La Segunda División ha quemado 9 jornadas y el Mirandés no sabe lo que es ganar en casa porque no compite en ella. Juega de local en un campo de Primera y lo empieza a pagar caro ya que solo ha sumado un punto en cuatro partidos ante una afición que se tiene que poner en la carretera para ver jugar al equipo Jabato. La nueva tribuna moderna con todos los adelantos técnicos exigidos por LaLiga va avanzando y tomando forma, pero le quedan partidos fuera al equipo de Fran Justo y todo apunta a que será a comienzos de 2026 cuando regrese a casa su equipo y vuelva a vibrar uno de los grandes templos de la Segunda División.

A LaLiga le faltan los partidos de Anduva. Se echan de menos esos pulsos entre el equipo Jabatos y sus rivales en un feudo que destila fútbol. La nueva Tribuna aumentará en 1.100 localidades el aforo de un campo típico del Norte donde se ha gestado la historia de un gran club. De diseño moderno y con materiales de alta seguridad, y hasta cinco vomitorios para que se pueda llegar con la hora justa al partido los días de frío intenso. El club que preside Alfredo de Miguel Crespo se adapta a los tiempos con un campo mejor equipado para seguir creciendo en un fútbol profesional al que se han sabido adaptar como pocos.

Anduva siempre es especial

Los equipos que han pasado esta temporada como visitantes del Mirandés se han librado de los rigores de uno de los campos más difíciles de la categoría de plata. La pasada temporada solo el Granada fue capaz de vencer en Anduva confirmando la tradición de los Jabatos ante su afición. No son las medidas, es la afición la que empuja como un futbolista más, algo que no se ha notado hasta la fecha en Mendizorroza donde el cemento es obligado por el número de abonados del Mirandés. Le toca al equipo levantar el vuelo cuando estrene la nueva Tribuna en la segunda vuelta.

El Mirandés siempre tuvo claro que salir de Anduva iba a tener un coste elevado en el terreno deportivo y pese a la buena plantilla que ha sabido confeccionar Alfredo Merino, al equipo se le ve jugando de visitante todas las jornadas y le falta ese plus que siempre le ha dado su afición. Los mismos que animaban en Miranda van a Vitoria pero no se notan igual. La capacidad presenta muchas butacas vacías de color azul y eso juega a favor del visitante cuando en Anduva el campo se suele llenar en todos los partidos y la unión equipo-afición gana y presiona.

No le salen las cuentas

El equipo Jabato viene disputando los partidos de local en Mendizorroza donde sus aficionados han encontrado toda la comodidad de un campo de Primera, pero al equipo le falta calor. La temporada ha comenzado con tres derrotas dolorosas ante Huesca, Depor y Real Zaragoza y solo un empate con motivo de la visita del Leganés. Son números pobres para lo que se estila en un Mirandés que pese a la remodelación de su plantilla se ha adaptado perfectamente a la división y apunta alto. Fran Justo le ha dado al equipo un sello personal y a poco que lleguen los resultados en ‘casa’ el equipo va a despegar a lugares tranquilos.

Jugar en un campo como Mendizorroza motiva a los equipos que lo visitan por ser uno de los templos de LaLiga y a tenor de los marcadores se ha convertido en un buen caladero de puntos para los rivales del Mirandés, que se muestra mejor en sus desplazamientos. Las obras ya tienen un coste deportivo que era algo con lo que se contaba en Miranda de Ebro, ya que el equipo Jabato también lo es por tener un campo donde futbolistas y afición van de la mano hacia la victoria. Salir de Anduva le cuesta puntos al Mirandés.