El terrible dato que dejó al Almería sin ascenso a Primera
Es una de las claves del fracaso deportivo, y es que solo dos equipos presentaron peores registros que los rojiblancos

Leo Baptistao y Sergio Arribas lamentando una ocasión en el partido Almería-Real Oviedo de la fase regular del campeonato.
Domingo, 12 de enero de 2025. Aquel día de apagó la luz. El Almería empieza a reestructurarse para afrontar una nueva temporada en Segunda División, y es que el conjunto de Rubi aún le da vueltas a la cabeza para encontrar las respuestas oportunas a lo ocurrido en una Liga donde todos daban por favorita -y con motivos- a la entidad rojiblanca. Una plantilla que empezaba en descenso y llegaba al liderato en diciembre con mano de hierro, sufrió una caída tan dura como inesperada que no le permitió luchar por el ascenso directo ni avanzar más allá de las semifinales del Play Off, aunque bien es cierto que faltaron Marc Pubill y Luis Javier Suárez por el 'Virus FIFA'.
Hay un dato terrible que explica claramente los motivos del fracaso deportivo de un Almería que asumía la presión de tener que ir a Primera por la vía directa. En una competición donde la igualdad es la clave del éxito, los almerienses entraron en barrena tras vencer en Córdoba en la primera salida de 2025 y a partir de entonces todo han sido tropiezos o empates al límite.
Si el Almería no es ahora mismo de Primera es en gran medida a los pésimos números a domicilio en la segunda vuelta de Liga, solo empeorados por los colistas Cartagena y Racing de Ferrol, y empatado con el Málaga.
Las claves del hundimiento del Almería fuera de casa
El Almería dio los primeros síntomas de debilidad fuera del Mediterráneo en Albacete y A Coruña, cayendo con demasiada facilidad, sobre todo en Riazor. Han sido diez desplazamientos este año y el balance es de una victoria (Córdoba), dos empates (Sporting de Gijón y Mirandés), y siete derrotas (Albacete, Deportivo, Eibar, Burgos, Granada, Castellón y Cádiz). En definitiva, solo 5 puntos de 21 posibles para caerse de la carrera por las dos plazas que se ganaron Levante y Elche. Marcó 10 goles y encajó 19. En cuanto al juego se volvió previsible, no aprovechó las ocasiones y la falta de concentración y contundencia le llevó a la derrota.
Puntos como visitante en la segunda vuelta
Córdoba: 18 puntos
Elche: 16 puntos
Real Oviedo: 16 puntos
Deportivo: 15 puntos
Eldense: 14 puntos
Granada: 13 puntos
Eibar: 13 puntos
Burgos: 13 puntos
Mirandés: 11 puntos
Cádiz: 11 puntos
Racing Santander: 10 puntos
Sporting Gijón: 10 puntos
Huesca: 9 puntos
Tenerife: 9 puntos
Albacete: 7 puntos
Real Zaragoza: 7 puntos
Castellón: 6 puntos
Málaga: 5 puntos
UD Almería: 5 puntos
Racing Ferrol: 4 puntos
Cartagena: 2 puntos
El déficit con sus rivales directos fue enorme
Analizando la segunda vuelta de los equipos de la zona alta, el Levante sumó 18 como visitante; 16 Elche y Real Oviedo, 11 el Mirandés… Todos le ‘comieron’ puntos al Almería. Para dar con alguien con peores registros hay que bajar al pozo de la categoría. El Racing de Ferrol solo sumó 4 puntos lejos de A Malata; mientras que el Cartagena se quedó en 2. Los otros dos descendidos, Tenerife y Eldense, pescaron más que el Almería con 9 y 14 puntos, respectivamente.
A pesar de todo, el Almería acabó como el octavo mejor visitante gracias a los números de la primera vuelta. Acumuló 23 puntos, por detrás de Mirandés (25), Deportivo (27), Granada (28), Elche (29), Real Oviedo (309, Racing de Santander (32), y Levante (33).
El Mediterráneo aguantó la debacle a domicilio
Decía Rubi que el Almería estuvo “inmenso” en casa y los números aquí sí le respaldan. El Almería fue de los mejores en el segundo tramo de Liga con 25 puntos repartidos en siete victorias y cuatro empates. Solo Mirandés y Levante, con 26, sumaron más que el conjunto rojiblanco desde enero. En cuanto a la clasificación general, el Mirandés fue el líder en casa con 50 puntos, el Elche con 48, Levante y Almería con 46, Real Oviedo con 45 y Huesca con 41.
Con un par de victorias más como visitante la historia rojiblanca hubiese tenido otro final. Cuando la plantilla le tomó otra vez el pulso a los partidos a domicilio era demasiado tarde: cayó en Cádiz con arbitraje polémico de Palencia Caballero; en Miranda de Ebro rascó un punto épico y en el Play Off con el Oviedo le penalizó la falta de eficacia en el área rival.