La remontada ya ha empezado. Por primera vez en toda la temporada la UD Almería no tiene nada que perder en un partido y va al Carlos Tartiere con ilusión, esperanza y motivos para creer. El guion le pone todo en contra, casi de actor secundario porque el Real Oviedo viene de ganar 1-2 en el Mediterráneo y va a llenar su campo con casi 30.000 personas. Las probabilidades de avanzar a la final del Play Off se reducen, pero si hay un equipo que puede firmar un partido heroico es el de Rubi. Sin Marc Pubill ni Luis Suárez, aunque con un espíritu nunca antes visto en esta plantilla hasta el final de temporada.

El fútbol no siempre es justo ni gana el que más lo busca. Quien crea en la suerte dirá que la Virgen de Covadonga le echó una mano al Oviedo. Quien solo mire lo deportivo, aplaudirá la gestión de Paunovic y señalará la falta de puntería del Almería. Hay muchos caminos para llegar al éxito y el rojiblanco fue el más directo, en especial en el segundo tiempo con oportunidades increíbles. Para los asturianos, guardar la ropa y esperar el error del rival.

El Play Off es distinto a todo. El mejor partido que ha hecho el Almería ante el Oviedo termina en derrota. Parece que el destino dice que este sí es el año de los carbayones. Por tanto, para pasar en el Tartiere toca ganar por más de un gol de diferencia. Todo en contra. Nadie cree en el Almería. ¿O sí? Las claves para romper quinielas el miércoles a las 21:00 horas.

Así puede remontar el Almería frente al Oviedo

Regalar dos goles en una semifinal es demasiado. Primero Fernando no ataja un disparo de Hassan y en el descuento la falta de contundencia en el área permite a Nacho Vidal ponerse el traje de héroe para el Real Oviedo. Quitando esos momentos de falta de concentración, los visitantes apenas inquietaron la meta almeriense.

Dion Lopy es más importante de lo que parece para hacerse grande en el centro del campo y darle libertad a un Sergio Arribas que se ha dado cuenta de que puede marcar diferencias en el Almería, y no solo en el apartado goleador.

También hay motivos para creer con la apuesta ofensiva. Bien con Milovanovic o con un sorprendente Lázaro en el tramo final, más motivado de lo esperado, el Almería le hizo cuatro oportunidades claras a Aarón Escandell. Solo la falta de puntería evitó la victoria rojiblanca.

Esta vez todo empieza por el corazón

Lo peor del Almería-Oviedo fue el resultado. Por redes sociales es fácil decir que aquí no hay afición, aunque desde primera hora de la tarde los aficionados, en su gran mayoría adolescentes, prepararon un ambiente increíble para recibir al equipo y apoyándolo hasta el final. Rubi tiene que hacer ver al vestuario que todavía se cree por difícil que sean las circunstancias. Llegar al alma del futbolista. Si la grada confía, ellos también.

La mochila más pesada está en el Tartiere

El Oviedo es el que más tiene que perder. Va con un 1-2 y la presión de no poder fallar. Explicaba el técnico Rubi que “es importante marcar pronto para poder alargar el partido”, y si se da este giro radical puede haber miedo en el Carlos Tartiere. Además, el público va a exigir más. Mientras que el Almería hacía cambios ofensivos, Paunovic guardaba la ropa consciente de que el empate ya era buen resultado. El miércoles ese esquema no le vale al serbio.

Una remontada histórica que olería a Primera

Ya sabía el Almería que para pasar a la gran final necesitaría ganar, al menos, uno de los dos partidos. Pues tiene que ir al más difícil todavía en el Carlos Tartiere. Solo le vale un resultado en el que haya dos tantos de diferencia a su favor. Si se da el campanazo y pasan los rojiblancos, el empujón anímico de cara a la última eliminatoria sería espectacular. El favorito está en este duelo. Parece que es el año del Oviedo más de que de Racing o Mirandés. Pero ojo a un Almería sin nada que perder.

El Almería puede remontar porque tiene fútbol, pudo ganar con solvencia al Real Oviedo y ya no tiene nada que perder. Además, cuenta con el apoyo de una afición que ha vuelto a conectar -y ha sido muy complicado- con esta plantilla.