Sufriendo, remando, peleando, sudando la camiseta. El Almería más obrero suma un puntazo de oro en Anduva que le permite llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para quedarse en el Play Off de ascenso. Los rojiblancos entendiendo a la perfección lo que requerían la visita a Anduva y el Mirandés, un equipo que ha pasado de la gloria de la segunda plaza a la dura batalla de las eliminatorias. El Levante sube y el Elche le arrebata el segundo puesto.

En esta batalla no estaba el Almería; sí en la de un partido donde tiró de esfuerzo defensivo. La plantilla, tan señalada durante gran parte de la temporada, no para de sorprender cuando se acerca la resolución de la temporada. El Mirandés es un martillo pilón, capaz de mantener el mismo nivel físico durante los noventa minutos sin problemas. Aquí le cuesta más a los de Rubi y leyeron cada situación incluso en los minutos donde la avalancha podía llevarse por delante todo el esfuerzo.

Raúl Fernández solo intervino en un disparo de Luis Suárez; mientras que Fernando tuvo más trabajo en la segunda mitad. Poco más en Anduva, que caía en las redes almerienses. Y es que para puntuar había que bajar al barro, ser once leones contra once jabatos pagando el peaje de no crear peligro en ataque.

El equipo se multiplicó en todos los aspectos

Lopy, que a veces se encontraba en inferioridad en la medular, se hizo grande y no le pudieron parar. El esfuerzo de Baptistao, Arnau y Pozo para ayudar a los laterales tampoco pasó desapercibido y el Mirandés se desesperaba. Las cuentas salían con el empate, no a los rojillos, y con todo ello fue jugando el Almería.

Luis Suárez tuvo más desgaste para defender que para atacar, y ahí comenzaba el éxito rojiblanco. Sin romperse tácticamente salvo algunos minutos de locura, la imagen ofrecida es la de un conjunto que de cara a un Play Off puede ganar batallas como la de Anduva siendo fuerte atrás.

Las cuentas del Play Off siguen saliendo

El empate más dulce de la temporada en el momento adecuado, ya que una derrota hubiera metido en un buen lío al Almería porque el Racing de Santander ganó en Elda y el Granada no falló contra el Castellón. Gracias al punto de Miranda de Ebro llega a la última cita con el Tenerife dependiendo de sí mismo. De haber caído, ahora estaría séptimo de la fila.

La imagen no se corresponde con ese Almería que genera más de cuatro oportunidades claras por choque, pero había que conocer las limitaciones y un partido abierto en Anduva era firmar la sentencia. Todos destacaron, se fajaron, no desistieron y pusieron en el campo todo lo que tenían.

Volverse locos era firmar la sentencia

El juego y las estadísticas ya no valen para nada. El resultado manda y el Almería aterriza en la jornada 42 con la calculadora en la mano sin tener que mirar a El Sardinero donde se miden Racing y Granada. El destino puede enfrentar en dos semanas a estos mismos conjuntos en el Play Off y los almerienses han demostrado que son capaces de avasallar en ataque y también convertirse en una roca.

El Mirandés era hasta la fecha el equipo más en forma de la categoría y chocó contra un muro inesperado. Este lunes saldrá el sol y nadie se acordará de que Raúl Fernández fue un espectador más. Punto y a casa. A rematarlo el fin de semana frente al Tenerife con el Mediterráneo entregado.