Mañana ventosa en Almería. El Complejo Deportivo de La Cañada abre sus puertas al partido de Copa Federación entre La Cañada y Adra, donde el líder de la Liga y recién ascendido a Primera Andaluza quiere mantener su condición de invicto. A priori, una jornada más en la rutina del balompié provincial.

Pero no es así. En la grada hay dos personas que sienten los colores del conjunto cañaero. Se acercan al micrófono de la Cadena SER para saludar y contar su historia. Un sentimiento que ha pasado de padre a hijo y que debe servir de ejemplo para las generaciones que vienen por detrás. Recorriendo la banda sin parar con su bombo, cuando acaba el choque se sienta a charlar con LA VOZ y repasar su vida.

Francisco Javier López Ojeda (29/7/2007), nació en Roquetas de Mar, mientras que su padre, Paco, de 58 años, es de La Cañada, la barriada donde se crio y jugó al fútbol. A punto de cumplir la mayoría de edad, su hijo Javi quiere seguir sus pasos y se le ocurrió una forma diferente de animar al club.

Así empezó su camino en el fútbol

La temporada pasada fue la primera, de la que no guarda buen recuerdo en lo deportivo porque descendió a Segunda Andaluza. Eso era lo de menos, porque empezó a ir a los partidos del sénior tanto dentro como fuera de casa. “Recuerdo que un día le dije a mi padre que hacía falta un poco más de animación, de ambiente, y me gasté alrededor de 100 euros en un bombo”, apunta Javi.

Lo estrenó en un empate a cero con el Villa de Albox, “y desde entonces me lo llevo todos los fines de semana. Juegue en casa o por la provincia, voy con mi bombo”.

Un viaje a Roma que nunca olvidará

Es uno más La plantilla, dirigida por José María López, ha acogido a Javi y a su padre Paco como si fuesen de la familia. “Cuando han jugado lejos y viajan en autobús nos dicen que vayamos con ellos”, señala Javi. Por casualidades del destino, en la campaña actual, la 2024-2025, La Cañada no ha perdido ni una sola vez en Liga, solo cediendo dos empates con el Español del Alquián. “Creo que desde que me animé a seguir a La Cañada solo me perdí un partido, y fue porque estábamos de viaje en Roma. Nos llamaron para decirnos que nos echaban de menos”, recuerda.

Un trofeo a su labor incondicional

Su club Javi, un roquetero que ama el fútbol y que ha decidido hacer su camino al lado de La Cañada, el equipo y el barrio de su padre Paco. “Cuando ganamos la Liga nos dieron una copa a mi padre y a mí como si fuésemos uno más, y eso nos enorgullece. Tranquilos que la próxima campaña en Primera Andaluza seguiré dándole fuerte al bombo en casa y fuera”, avisa Javi.

Desde que empieza a rodar la pelota se muestra inquieto en la grada, siempre en la banda pegado al césped, y si las cosas se complican es cuando más anima.

El bombo que cambia partidos

Jugador 12 “Fíjate que íbamos perdiendo 0-1 y en dos chispazos hemos remontado. Parece que no pero los futbolistas me dicen que el apoyo que les doy desde la banda con el bombo es importantísimo. Y del míster, José María, pues ya veis que quiere que sea uno más junto a mi padre”, dice emocionado. Se hace la foto para LA VOZ y se va a casa para luego ver al Almería, que también le encanta: “A ver si este verano me saco el abono, pero primero está el animar a La Cañada, por supuesto”.

Futuro emocionante

Quiere transmitir valores, educación, saber estar mientras se apoya al equipo de su corazón. No se entiende un fin de semana de La Cañada sin Javi y Paco en la banda dándole fuerte al bombo. Presentes dentro y fuera, llueva o truene, haga frío o calor. Todavía no se cree que va a salir en LA VOZ de Almería: “Muchas gracias por darle visibilidad, nos hace una ilusión tremenda”. Pues aquí está. Personas que sienten un barrio, un escudo, un club.