La Voz de Almeria

UD Almería

Chico Flores se 'amarra' al fútbol

Su hijo juega de portero y entrena en Pechina

Nunca pasa inadvertido y los más pequeños se hacen una foto con la estrella.

Nunca pasa inadvertido y los más pequeños se hacen una foto con la estrella.Álex Peña

Tony Fernández
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Un gaditano muy almeriense sigue siendo una estrella y no pasa inadvertido. Allá por donde va deja su huella y le recuerdan los padres de los futbolistas con los que no duda en posar. Los Chico Flores del mañana ya están en marcha para triunfar como aquel niño de Cádiz cuando soñaba con vestir la camiseta amarilla y luego saltó al Almería para lanzar una carrera de esplendor dando la vuelta al mundo por las grandes Ligas. Hoy es entrenador, juega en el Roquetas de veteranos y su hijo de portero. Siempre conectado al fútbol mirando al futuro porque sabe que el pasado no vuelve y toca afrontar nuevos retos en el banquillo. Chico Flores no ha dejado de ser una estrella y le siguen parando por la calle unos aficionados del Almería agradecidos con su forma de defender la camiseta rojiblanca. Fue un ejemplo como profesional en aquellos equipos de Primera que siempre iban cortos de plantilla por presupuesto y había que ponerle todo lo demás en el campo.

La imagen que ilustra esta información está tomada en el campo Juanjo Salvador, de Pechina, con los alevines del Vopafuba que no lo dudaron a la hora de posar con un futbolista de calado internacional. Chico Flores siempre tan cercano y sencillo, se ha quedado a vivir en esta tierra donde se siente querido y valorado como profesional. No sabe cual será su próximo destino porque piensa seguir en el fútbol de élite. Ha estudiado mucho para tener la titulación necesaria y trabajar en todas las categorías esperando una llamada. No hay prisa y como hacía en su etapa de jugador antes de firmar se analiza la situación porque en los banquillos no te dan margen de error.

La imagen representa la ilusión que genera en los niños la presencia de un profesional del fútbol al que la mayoría no vieron competir pero para eso están sus padres que no le olvidan y no dejaron pasar la oportunidad de ponerlos a posar con una estrella del balón por su calidad y pundonor. Su hijo juega de portero y entrena con José Segura en Pechina en el campo Juanjo Salvador. La saga continúa.

Presente

La vida de Chico Flores siempre va a estar ligada al fútbol en todas sus facetas. Ahora alterna la de jugador veterano con la de entrenador y padre de futbolista. Tiene el título listo para estrenar, y aparcada la teoría ha llegado la hora de la práctica. Espera poder comenzar en solitario, ya que hacer de segundo en el Almería le sirvió en su aprendizaje. Consciente de que es mejor ir de abajo hacia arriba por categorías, se ha metido en la rueda del fútbol para lanzar una carrera que espera sea como la de futbolista dejando huella allá por donde va. Las puertas del Almería las ha dejado abiertas y seguro que volverá. Ahora lo que toca es comenzar a dirigir y seguir aprendiendo desde el banquillo para transmitir lo que fue en el campo.

Futuro

El central gaditano nunca ha dejado de ser futbolista. Sigue pensando cuando juega con los veteranos que la vida sigue y el futuro le espera, pero viendo a los niños le afloran los recuerdos de aquel niño que llegó del Cádiz al Barça de Pep Guardiola cuando el preparador catalán dirigía al filial. Seguro que en su libro de fútbol lleva páginas de aquella etapa. Toca apoyar al pequeño de la casa que ha salido portero y lo lleva a Pechina a la escuela de José Segura. Ahora los niños son otros y se hacen la foto con él y luego le preguntan a su entrenador y a su padre: ¿Quién era Chico Flores? Y guardarán la foto porque los alevines del Pechina posan con una estrella.

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