Los mejores y los peores
El balance después del Almería-Girona

El once de Rubi.
Fernando (7). Nada pudo hacer en el gol encajado porque la ejecución de Borja García fue perfecta. Luego realizó dos intervenciones importantes.
Buñuel (5). Sólo jugó los primeros cuarenta y cinco minutos y cumplió, comenzó sin determinación en las subidas para ir a más. Lazo (45’) absolutamente desaparecido.
Babic (10). Con diferencia el mejor de la linea de cuatro con la que volvió Rubi a las andadas. Enérgico e insuperable en el corte y en las ayudas. Salvó el 0-2.
Ely (6). La falta de velocidad le jugó una mala pasada en algunas acciones, como en la del gol visitante. Estrelló un gran remate de cabeza en el larguero de la meta rival.
Akieme (6). El fue el único protagonista de las acciones ofensivas de los suyos por el costado izquierdo, aunque sin precisión en el último pase. Centelles (81’).
Robertone (5). Volvía a la titularidad tras larga ausencia. Cumplió pero sin brillantez. No acompañó a Sousa. Arnau (62’) más voluntad que acierto.
César de la Hoz (7). Volvió a estar a gran altura por delante de los centrales. Falló un penalti por lanzarlo abajo en lugar de hacerlo como en la anterior ocasión por arriba.
Eguaras (6). Poco más que aprobado. Trabaja, lucha y recupera, pero le faltó claridad. Appiah (72’) Fue el mejor atacante, desbordó y provocó el penalti que sus compañeros fallaron.
Portillo (6). Pasó prácticamente sin incidencia en el primer periodo, jugando en posición más centrada ofreció su mejor versión.
Pozo (5). Se podía esperar más de él jugando en posición adelantada, no superó a su par. Buen cabezazo que no pudo superar al meta catalán.
Sousa (7). Entró con mal pie en el partido ya que en el minuto 4 perdía una ocasión de oro lanzando fuera. Ofreció destellos de calidad pero luchó contra tres y con muy poca ayuda. Villar (62’). Una de cal, gran disparo que salvó Juan Carlos en la escuadra y otra de arena, lanzamiento a las nubes desde el punto de penalti.