Los futbolistas tienen que darse cuenta de que la permanencia está en sus manos, o en sus botas, y que muchos clubes se cambiarían por ellos a falta de cuatro jornadas para el final de la competición. El Almería se ha acostumbrado a sufrir de una manera terrible desde que bajara de Primera, y solo hay que echar un vistazo al pasado para darse cuenta de lo que supone permanecer en la Liga de Fútbol Profesional. Tres entrenadores han pasado por el banquillo rojiblanco: Luis Miguel Ramis, Lucas Alcaraz y Fran Fernández, y a pesar de que hace tres semanas el panorama era muy oscuro, la victoria ante el Barcelona B y el empate en Tenerife han cambiado el color, pero todavía no se ha llegado a la orilla. Nunca los almerienses habían llegado a la jornada 39 con cuatro puntos de ventaja sobre la zona de descenso. En la Liga 2015-2016, tras perder en Huesca, el equipo quedó cuarto por la cola a tres de la salvación (40), marcada por la Ponferradina (43). Fernando Soriano logró lo imposible, ganando dos partidos y empatando otros dos. Permanencia con 48.

Más emoción hubo en la 2016-2017. El Almería sumaba 45 puntos, dos por encima de la quema: Nástic con 43. Dos victorias y dos derrotas con Luis Miguel Ramis en el banquillo y salvación también en el último duelo del curso (51). Mallorca y UCAM Murcia descendieron.

El detalle

Con 43, el Almería tiene cuatro de ventaja sobre el Córdoba, algo nunca visto en los tres últimos campeonatos, pero el reto que persigue el cuerpo técnico es mantener el cuchillo entre los dientes, y es que la peor versión del Almería ha aparecido con margen respecto a la cola. En 2016 no dependía de sí mismo y terminó logrando el objetivo, mientras que en 2017 apuró también hasta la jornada 42. En manos del vestuario está cambiar la tendencia de sufrimiento, empezando por este domingo. El Granada también se la juega para apurar las opciones de meterse en el Play Off.