La autoexploración mamaria, un hábito mensual de prevención
Cada mes, dedicar unos minutos a revisar los senos ayuda a identificar posibles cambios y acudir al especialista a tiempo

La prevención comienza con la autoexploración.
El cáncer de mama continúa siendo uno de los diagnósticos más frecuentes entre las mujeres, y la detección precoz sigue siendo la mejor herramienta para combatirlo. En este sentido, la autoexploración mamaria es un gesto sencillo que permite a cada mujer conocer mejor su propio cuerpo y advertir posibles cambios que conviene consultar con un especialista.
Cómo y cuándo realizarla
Los profesionales de la salud recomiendan realizar la autoexploración una vez al mes, preferiblemente entre el séptimo y décimo día tras el inicio de la menstruación, cuando el tejido mamario está menos inflamado y más fácil de examinar. En mujeres que ya no tienen la regla, puede escogerse un día fijo cada mes para mantener la rutina.
La exploración puede hacerse frente a un espejo, observando posibles alteraciones en la forma, el tamaño o la piel, y después palpando cada mama tanto de pie como tumbada. Señales como bultos, retracciones, secreciones o cambios en el pezón deben ser motivo de consulta médica. Aunque la mayoría de estas alteraciones no son malignas, los especialistas insisten en que es fundamental no pasarlas por alto. En España, la Asociación Española Contra el Cáncer estima que una de cada ocho mujeres será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida, lo que refuerza la importancia de la prevención.
El valor de la prevención en la clínica Trótula Ruggiero
En Almería, la clínica médica Trótula Ruggiero subraya la importancia de la medicina preventiva. “Podemos detectar a tiempo enfermedades llamadas silenciosas, aquellas que no suelen dar síntomas y se manifiestan en fases avanzadas”, señalan desde el centro. En su práctica diaria, insisten en que la autoexploración no sustituye a las revisiones ginecológicas ni a las pruebas de imagen, pero sí complementa un seguimiento responsable de la salud.
El equipo de la clínica está formado por ginecólogos con larga trayectoria y médicos de familia que apuestan por una atención cercana, basada en la escucha y la empatía. Con ello buscan que las mujeres se sientan acompañadas en todas las etapas de su vida, especialmente en cuestiones de salud reproductiva y prevención del cáncer de mama. La clínica recuerda además que acuden cada vez más mujeres jóvenes preocupadas por la prevención, un cambio positivo en la concienciación social.