Subir 58 escalones... y volver a vivir: el reto que emociona en este hospital de Almería
El Hospital de Poniente pone en marcha esta iniciativa de subir escaleras en la que han salido victoriosas 10 personas

Pacientes, profesionales y familiares involucrados en el reto de los '58 escalones'.
Hace algo más de un año, el Hospital Universitario de Poniente puso en marcha una iniciativa enmarcada en un proyecto de Humanización impulsado por las unidades de Rehabilitación y Fisioterapia y la Unidad de Cuidados Intensivos. Se trata del reto de los '58 escalones', una propuesta destinada a incentivar la recuperación funcional de aquellos pacientes que han pasado una larga estancia en la UCI, ayudándoles a cerrar un ciclo en el que la UCI salva la vida del paciente y el trabajo de fisioterapia le permite recuperar sus hábitos y volver a vivirla de forma plena.
Este reto ha sido considerado como una herramienta para motivar a los pacientes cuya recuperación es lenta y compleja. ¿Y por qué '58 escalones'? Pues porque estos son los peldaños que separan o conectan, según sean las circunstancias de cada persona, la zona de sótano en la que se encuentra el gimnasio de Fisioterapia y la primera planta, donde se ubica la UCI.
"Nuestro objetivo es doble, por un lado, se le pone al paciente una meta diferentes etapas que le motiva en su tratamiento, como es ser capaz de subir esos 58 escalones; y por otra, incluyendo una visita a la UCI, se trata de ayudarles a superar el duelo que puede suponer una larga estancia en esta unidad, que suele estar asociada a tratamientos invasivos y en la que las visitas, y por lo tanto, la interacción con sus seres queridos está muy limitada", explica Silvia González, fisioterapeuta y coordinadora del proyecto.
El tratamiento por parte de Fisioterapia de los pacientes de larga estancia en la UCI comienza en esta misma unidad y continúa después con el pase del paciente a planta y tras su alta, con un plan personalizado en el gimnasio, con sesiones periódicas, destinadas a ayudar al paciente a recuperar su movilidad.
Cerrar un círculo
A estos pacientes, se les propone la inclusión en el proyecto y mientras van avanzando en su rehabilitación, se le van proponiendo diferentes pasos a seguir en su recuperación, adaptados a su estado y a sus necesidades, hasta que están en condiciones óptimas de superar el reto de realizar ese recorrido.
"Ha sido muy duro pero estoy muy contento y muy feliz. No pensaba que habría tanta gente ayudándome, apoyándome y cuidándome aquí en UCI, donde me han cuidado mucho", contaba Antonio, un joven del Poniente, en una entrevista de Fran García para LA VOZ. Y es que Antonio, de apenas 33 años, ingresó en la UCI en camilla, con carácter de urgencia y su recuperación fue muy prolongada.
La humanización no solo está en el reto, sino también en el entorno. Gracias a la colaboración de la empresa Smurfit WestRock se han decorado con vinilos las escaleras por las que deben transitar los pacientes, así como el pasillo del sótano y también se ha creado un pequeño 'photocall' en la UCI, todo ello con el objetivo de motivar a los participantes en el proyecto.
Fuertes vínculos emocionales
Además, no se pueden obviar los fuertes vínculos emocionales que se crean en este tipo de situaciones, en las que el paciente en su llegada a la UCI, junto a su familia, se encuentran con el equipo profesional que les atendió. Tanto familia como profesionales pueden intercambiar sus impresiones sobre el ingreso y cerrar definitivamente el ciclo tras el alta de esta unidad. En la UCI también se hace entrega de un diploma, en el que se reflejan las diferentes etapas superadas, que por supuesto, da por concluida la recuperación con éxito.
"Para el personal de la UCI es muy emocionante ver de nuevo al paciente ya prácticamente recuperado y trabajando activamente por reintegrarse a su vida habitual", señala Juan José García, enfermero de UCI y coordinador del proyecto en esta unidad.
Desde la puesta en marcha del proyecto, en el primer trimestre de 2024 son ya diez los pacientes que han aceptado y superado el reto con éxito: María Dolores, José Antonio, Francisco, Antonio Manuel, Ana Belén, Gabriel, Salvador, Abdallah, Ibrahim y José han subido los ‘58 escalones’ acompañados de su familia.
“Algo que hemos descubierto durante este primer año es que la vuelta a la UCI es sanadora para el paciente, pero a veces incluso más para su familia, que es quien en su día vivió con más intensidad y ansiedad el ingreso en UCI del paciente y para quienes resulta especialmente emocionante reencontrarse con el equipo de esta unidad, con el que han compartido sus temores e inquietudes durante la estancia del paciente, que en la mayoría de los casos, al estar sedado, guarda menos recuerdos del paso por esta unidad”, apunta Silvia González.
Por su parte, el director gerente del Hospital Universitario de Poniente, Pedro Acosta, señala que la apuesta por la cultura de la Humanización es una de las señas de identidad del centro y que son los propios profesionales los que proponen y desarrollan los distintos proyectos en marcha. "El reto de los '58 escalones' es un muy buen ejemplo, puesto que involucra a diferentes unidades, que trabajan de forma coordinada para ayudar a la recuperación de pacientes que han de pasar por una larga estancia en Cuidados Intensivos y que después necesitan también un largo tratamiento para poder volver a retomar su vida", destaca.