“Echo de menos a la familia, el Cabo de Gata, Aguadulce… Cuando vuelvo con mi pareja aprovechamos cada minuto aquí”. Es la historia de Andrés López Sagarra (28 enero de 1996), un niño de Almería que empezó en el colegio Arco Iris de Aguadulce, continuó en el Instituto en el Carlos III y ahora trabaja con la Federación de Fútbol de México. Al terminar Bachillerato supo que quería estudiar en relación al deporte, “en un principio profesor de educación física”, pero tras analizar la situación, “me interesé por la rama de la preparación”. Andrés fue jugador de balonmano, ya que en Roquetas de Mar hay una buena cantera, y también futbolista. “Desde quinto o sexto de Primaria ya estaba federado y era lo que más me gustaba. Deseaba que llegara el fin de semana para jugar”, recuerda. Pasó por las filas de Roquetas, Poli Aguadulce y Parador, donde coincidió con Fran Fernández, actual técnico del Real Murcia en Primera RFEF.

Nuevos pasos

Con 19 años colgó las botas al no encontrar equipo y pasó al atletismo cuando empezaba el primer curso de carrera en Ciencias del Deporte. Antonio Orta fue su gran valedor, la persona que más le hizo aprender en aquella etapa: “La experiencia que tiene es tremenda y crecí muchísimo en gestión de carrera, entrenamientos…”. Andrés López, por mediación de Antonio, entró en el CB Almería con el equipo de Liga Femenina 2; “llegué bastante nervioso porque era mi primera experiencia con jugadoras profesionales”. Después de 6 años en el mundo del atletismo y 2 con el equipo de baloncesto, llegó una nueva oportunidad entrenando a atletas, “sobre todo de velocidad” y con opositores a bombero. “Mis días eran: Universidad, pista de atletismo del Anexo y el Moisés Ruiz. Me comía un bocadillo e iba poco por casa. No paraba pero es que me encantaba”.

Al Almería

Andrés ya lo tenía muy claro, quería dedicarse a la preparación física de alto rendimiento compaginándolo con la carrera en Almería. Buscó una nueva experiencia en un club de fútbol “sin importarme el dinero, yo solo quería estar cerca y aprender”. Fran Fernández lo intentó por todos los medios y le llamaron del juvenil B del Almería porque venía un nuevo entrenador, José Carlos Hernández. “Acabé la carrera de cuatro años y estaba haciendo un Máster de Alto Rendimiento en Sevilla, así que lo iba llevando bien con el equipo”, cuenta.

Empresa almeriense

Tras siete meses de temporada, Wimu (Realtrack Systems), empresa almeriense de tecnología deportiva de GPS, le permitió hacer más prácticas y siguió colaborando con el Almería. Le comunicaron que se abría una oportunidad laboral en México y “querían que me fuese a Ciudad de México”. En ese momento “se me vino el mundo encima, ya que me daba un poco de miedo. Por otro lado, también estaba la opción de crecer profesionalmente”. Después de conversaciones con su pareja, “ella fue mi impulso, animándome siempre. Nos pilló justo cuando estalló la pandemia del Covid-19”. Se fueron juntos a México y lo que en principio iban a ser seis meses “ya se han convertido en cinco años”.

Labor en México

Con 23 años aterrizó en México para trabajar con la Federación de Fútbol. “Visitaba a los 18 clubes de Primera y Segunda enseñándoles cómo usar e interpretar la gestión de cargas de entrenamiento, las variables… Me fue fenomenal”. Con la Selección ayudaba de manera externa pero le incluían en todas sus dinámicas de grupo. Hace dos años, en 2023, se metió en la ‘rueda’ de la élite, pasando por el banquillo Diego Cocca, Jaime Lozano y actualmente Javier Aguirre.

Le contrataron definitivamente en la Federación y dejó su trabajo con Wimu para dedicarse exclusivamente a la Selección Absoluta. “Somos tres preparadores físicos y dos que pertenecemos a la institución. Mi función es el control de la carga de entrenamientos y evaluaciones físicas de los jugadores, además de trabajar en la parte de gimnasio y campo”.

Reto importante

A corto plazo Andrés quiere hacer un buen papel en el Mundial 2026, donde México es anfitrión junto a Estados Unidos y Canadá. “Vivir esa experiencia sería increíble”, dice. En un futuro quiere regresar a España para dedicarse a la preparación de alto rendimiento. “Aquí parece que solo se trabaja cuando hay ventanas internacionales pero se hace un seguimiento de los futbolistas seleccionables. Hacemos varios viajes por el mundo para visitarlos y comprobar cómo se encuentran”.

Su pareja

Como anécdota, su pareja también es almeriense, hizo un Máster del Instituto de Comercio Exterior de España, logró plaza en México gracias a su buena nota y vive con Andrés. Volverán a Almería en cuanto aparezca una gran oportunidad laboral, aunque mientras disfrutan de una experiencia inolvidable con un Mundial a la vuelta de la esquina que será histórico.