Frescura, naturalidad, elegancia y vanguardia son algunas de las señas de identidad de los momentos que capta con su cámara. Un fiel reflejo de su propia personalidad. Lleva años siendo una referencia en el mundo de la fotografía de bodas y su trabajo, o mejor dicho su arte, es de sobra conocido en su tierra, pero también cruza fronteras. Eso sí, nunca ha separado los pies del suelo pese a fotografiar enlaces en Marruecos o Italia. Ella es María Teresa Sánchez, esa risueña niña que se crió en calle Granada y que ahora conquista Europa.

Barcelona ha sido sede esta semana de los Bodaf Europe Awards, los galardones más exigentes del sector, y Almería ha estado representada nuevamente por la firma Fran Leonardo & María Teresa, que en la pasada edición, después de ser nominados durante tres años consecutivos, lograron llevarse a casa el reconimiento 'Europe New Talent 2024'. En esta cita de 2025 ambos han acudido por primera vez como ponentes, para mostrar a profesionales de todo el continente su esencia, su forma de entender esta profesión en la que son un ejemplo, pero además la almeriense se ha consolidado este año como segunda, a solamente un punto del primer puesto, en el Top10 de mejores fotógrafos de bodas de Europa.  

Descubrió la fotografía gracias al amor

María Teresa estudió Filología Hispánica y trabajó durante varios años en prensa escrita, donde conoció a su compañero de trabajo y de vida, Fran Leonardo, que ya por aquel entonces era un más que reconocido profesional del fotoperiodismo en la provincia de Almería. Ambos decidieron convertirse en emprendedores y montar su estudio, primero ubicado en El Zapillo y posteriormente en calle de las Tiendas. Consiguieron, a base de muchas horas de trabajo y un trato excelente a sus clientes, ser la primera opción de decenas de novios y novias para inmortalizar el día más importante de sus vidas.

Las horas invertidas cada fin de semana en fotografiar bodas fueron moldeando la técnica de María Teresa, con los consejos del mejor maestro posible, que desde el primer momento vio en ella un diamante en bruto. Es detallista, amante de la moda, con una calidad humana forjada en el seno de una familia humilde y un carácter esculpido, desde su infancia, por la brisa de los frescos veranos a los pies de Sierra Nevada, en Huéneja, tierra de loberos, de espigas y olor a pan recién hecho. Y ahora también  pueblo de una artista de la fotografía cuyo nombre se conoce en todo el continente.

La almeriense atesora un máster en fotografía de moda con la prestigiosa firma Vogue, realizando trabajos también en estos últimos años junto a Fran Leonardo para empresas de la talla de perfumerías Júlia o Restaurante La Costa, el único Estrella Michelín de la provincia de Almería. Una confianza que este binomio humano perfecto se ha ganado a pulso, a base de dedicación, innovación y una forma única de conectar con sus clientes. La delicadeza y ser totalmente conscientes que son profesionales artesanos que convierten en eternos los recuerdos ajenos son sus grandes fuertes.

María Teresa ha ido construyendo pieza a pieza, con perseverancia, inquietud y mucho mimo, un perfil profesional en el que se conjugan las mejores aptitudes de una buena fotógrafa con una preciosa forma de ver la vida. Esa mirada que logra detener el tiempo para sacar la belleza de cada persona, gesto, paisaje o vivencia. Esa mirada que usa de enfoque la bondad y los bonitos valores heredados de unas raíces desde las que ha crecido, profesional y personalmente, para brillar en Europa.