El 'quinto Beatle' de Almería
La otra cara de Adolfo Iglesias, profesor

Adolfo Iglesias junto a una imagen de Lennon.
Javier Adolfo Iglesias Hernández nació en Almería en 1966, el año en el que John Lennon paseaba por nuestras calles. Pudo cruzarse y hablar con su ídolo, pero aún estaba en la barriga de Isabel, su madre. Nació y se crió entre helados, los de su abuelo Adolfo. Quería ser médico pero estudió Filosofía en Granada, quiso trabajar en el cine y otra vez cambió su rumbo cuando en el año 1991 entró a trabajar en el mismo lugar donde su padre Paco Iglesias lo había hecho más de 30 años.
Fue periodista desde 1991 en ‘La Voz de Almería’. A finales de los años 90 se le disparó aquella afición a los Beatles que guardaba desde niño, cuando oía sus canciones mientras vendía helados en la calle Mariana. Se puso a investigar con paciencia y detalle el rastro de John Lennon hasta que descubrió una casa olvidada en la que el Beatle había grabado la canción ‘Strawberry Fields Forever’.

Adolfo junto a un cuadro con una fotografía de Lennon.
A partir de ese momento, se dedicó a divulgarlo por Almería, España y el mundo, creando un movimiento cultural llamado ‘Lennon Almería Forever’, que este año ha cumplido 25 años de vida. Actualmente es profesor de Filosofía en el IES Azcona, el que había sido su colegio y donde aprendió a leer y escribir.
Vamos a conocerlo mejor. ¿Es cierto que a usted de pequeño le encantaba tocar el bombardino?
Sí, ja, ja, sin duda. El bombardino, el Pitagol y la trompeta de la feria. La música la llevaba dentro. Torturaba a mi familia con toda canción que oía por la radio, desde el ‘Mamy Blue’ de Los Pop Tops a ‘Soy rebelde’ de Jeanette.
¿Su pasión por Los Beatles comenzó siendo niño cuando Los Beatles se separaron?
Sí, viví bajo la sombra de su separación y de la ilusión de su regreso. Tengo recuerdos desde los cuatro años cuando se separaron, salían noticias por la tele y casi siempre sonaba el ‘Twist and Shout’ y el ‘She loves you’. Aquel ‘yeaaa, yeaaah’ se me quedó muy adentro. En el autobús del colegio cantábamos el ‘Twist and shout’ a grito pelao junto al ‘Flecha en un campamento’.
¿Cómo surgió la idea de crear la asociación ‘John Lennon Almería Forever’?
De la conciencia y el vértigo de darme cuenta de que había descubierto un tesoro, una historia olvidada de los Beatles que no aparecía en los miles de libros que existen sobre los cuatro de Liverpool.
¿Qué tipos de apoyos o ayudas ha tenido la asociación por parte de las distintas administraciones almerienses?
He tratado con muchos políticos almerienses desde Juan Megino y Santiago Martínez Cabrejas hasta Luis Rogelio Rodríguez Comendador y los actuales Javier Aureliano y María Vázquez. Por lo general todos ellos se han portado muy bien porque saben que la historia de John Lennon en Almería es un patrimonio cultural oral único en el mundo.
¿Usted habría vendido su alma al diablo para darle un abrazo a John Lennon?
Sin duda. Pero de inmediato añadiendo una larga conversación.

Adolfo Iglesias en su despacho.
¿Es cierto que si no llega a ser por el malogrado periodista y musico Nacho Para, usted no habría podido llegar a hacer esa exhaustiva investigación sobre la figura de Lennon en Almería?
Sí, fue el detonante. Admiraba a Nacho desde niño, cuando estábamos en el colegio y era distinto. Y luego era para mí un modelo de periodismo creativo. Cuando rescató el recuerdo de Lennon junto al ‘Che’ hablé con él y años después quise compartir todo, que formara parte de nuestra asociación, pero siempre se negó, porque decía que no quería ser mitómano.
De todos los artistas cantantes y grupos de Almería que apostaron por cantar repertorios solo para betlemanos. ¿Quiénes fueron los primeros?
Yo admiro y envidio a los yeyés como tú, por vivir aquello. Y al frente de ellos, nuestro gran Chipo Martínez. Fue el primero al que me dirigí cuando fui consciente de que teníamos que dar la lata para que la gente se diera cuenta de la historia que teníamos en Almería. Es el maestro, el número 1 a la altura de Paul McCartney. Nos han apoyado muchos músicos, incontables, y a todos les estoy agradecido por hacernos disfrutar con su arte.
Usted fue el primero que llevo en 2006 la materia de Los Beatles a la Universidad de Verano. ¿Cómo fue esta experiencia?
Los participantes lo recuerdan como algo extraordinario. Riguroso y divertido al mismo tiempo. Tuvimos conferenciantes como Michael Thomas, Álvaro Salvador, Andrés Neuman o el propio Nacho Para (DEP) y recitales de Juan Francisco Padilla, Luis Gázquez (DFEP) y Noemí Pérez, exposiciones…y la guinda del pastel: Cynthia Lennon (DEP), la primera esposa del genio, que vivió desde dentro todo el fenómeno Beatle, y que había estado con John en 1966.
En estos cursos se dio a conocer la figura de Juan Carrión. ¿Que ha supuesto para usted haber conocido el fallecido profesor?
Organicé el curso aquel para dar a conocer a Juan Carrión y su historia. Alfredo Martínez Almecija ‘Chipi’, entonces el Rector fue muy amable en darle el primer homenaje que se merecía este genio de la enseñanza. Juan me cambió la vida, soy profesor por él. Y lo echo mucho de menos.

Junto a uno de los indalos de la capital almeriense.
¿De quien fue la idea de levantar una estatua a Lennon recordando su paso por Almería?
Bueno, me da vergüencilla, pero fue mía. Fue muy fácil convencer a Pablo Venzal de hacerla e instalarla. Carmen Mudarra hizo un trabajo estupendo. Sé que músicos y actores de fama internacional han subido fotos junto a ella a sus redes sociales. Debemos potenciarla mucho más.
¿Hay algunas novedades previstas para celebrar los 60 años de Strawberry Fields Forever santo y seña de su asociación?
Sin duda lo celebraremos lo mejor que podamos porque esta historia no es una minucia. Se trata de uno de los grandes mitos culturales de la humanidad componiendo una de sus grandes canciones en nuestra tierra. Nuestra celebración ya tiene que tener vocación internacional, una oportunidad para la promoción de Almería.
¿Cómo fue trabajar en ‘La Voz de Almería’?
Emocionante, un sueño haber trabajado “en el periódico”, como decíamos en casa, a donde llamaba mi madre cada noche por teléfono para decirle a mi padre que ya estaba la cena. No supe hasta mayor, que tenía vocación de periodista. Fue el rastro de tinta que mi padre dejaba en el lavabo. Fue maravilloso conocer a tanta gente y trabajar junto a tantos amigos, casi como familia, como con el malogrado Miguel Naveros a la cabeza.
¿Y eso de vivir con los helados siendo niño? Daría mucha envidia a los amigos, supongo.
Mi infancia fue feliz, muy feliz. Era como un cuento vivir entre helados. Mi abuelo me enseñó a poner cucuruchos y a lavar vasos. Ayudaba cada verano a mi tío Paco, trabajaba de niño como un juego.
Pero todo se torció a mis 16 años cuando murió mi madre. Entonces, el trabajo y la vida se convirtieron en una pesada carga.
Y ya para el final. ¿Cómo fue esa metamorfosis para ejercer de profesor ya a una edad madura?
Hay motivos un tanto lógicos. La enseñanza hoy no tiene nada que ver con la de otra época. Es difícil creer que haya estudiantes de bachillerato que no sepa datar la II Guerra mundial o que lea silabeando. La pena es que sean los mismos expertos y políticos que anteriormente perjudicaron estas líneas básicas de educación sigan ofreciendo falsas fórmulas mágicas. Un apunte, ahí tenemos el caso de los móviles y aparatos digitales que hace diez años dijeron ser la panacea y ahora dicen lo contrario, Lamentablemente salen indemnes y no hay culpables de este deterioro.
Vaya concluyendo Iglesias...que por ahí suena el “Hello Godbye”.
En cualquier caso, esta profesión es maravillosa y mucho más cuando he vuelto como profesor a mi colegio donde aprendí a leer y escribir.
Recientemente se han celebrado con gran éxito en la capital las primeras jornadas sobre Lennon y Almería. donde bajo la tutela del Área de Promoción del ayuntamiento, contó con la intervención de la asociación cultural La Oficina y Lennon-Almería-Forever. Tres jornadas de conciertos eléctricos y acústicos con música de The Beatles y con charlas, presentaciones de libros etc. Una preparación antesala de cara al Gran 60 Aniversario del próximo año.