La oportunidad educativa que ha cambiado la vida de dos jóvenes almerienses
Leonora Liria y Shakira Segura forman parte del programa impulsado por la Fundación Occident, que apoya a las primeras mujeres en carreras de ciencias

Izquierda, Leonora Liria, ganadora de una de las Becas Jesús Serra. Derecha, Shakira Segura, ganadora de 2024.
Hay futuros que se escriben a fuego lento, entre cuadernos abiertos, noches de estudio y madres que empujan sin hacer ruido. Futuros que nacen en lugares donde los sueños no siempre tienen referentes, pero sí determinación. Futuros que se dirigen al cielo, buscando su propio lugar en el mundo. Son sueños que miran lejos y que, poco a poco, encuentran el modo de hacerse reales.
Desde Aguadulce, Leonora Liria ha comenzado a construir el suyo. Desde pequeña soñaba con volar y hoy lo hace, simbólicamente, al iniciar su carrera en Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Sevilla. Gracias a la Beca de Grado Jesús Serra de la Fundación Occident, su sueño despega con un impulso extra: el de saber que el talento, cuando encuentra apoyo, puede romper cualquier barrera. Leonora representa a una nueva generación de jóvenes almerienses que rompen moldes, convencidos de que la curiosidad también puede ser una forma de valentía.
Antes que ella, Shakira Segura, también almeriense, procedente de la pedanía carbonera del Llano de Don Antonio, fue pionera en ese mismo camino. De la primera edición de las Becas de Grado Jesús Serra en 2024, hoy estudia Psicología y forma parte de una comunidad que demuestra que el talento puede nacer en cualquier casa, en cualquier historia, cuando alguien cree en ti y te da el impulso para despegar.
La primera mujer en ingeniería
La historia de Leonora es también la de muchas jóvenes que crecen sin referentes universitarios, pero con una curiosidad que las empuja a mirar más allá. Su madre fue quien, casi en el último momento, encontró la convocatoria de las Becas Jesús Serra y la animó a presentarse. Entre exámenes de Selectividad y nervios, Leonora grabó su vídeo de candidatura sin imaginar que aquella decisión marcaría el rumbo de su vida.
El día que recibió la noticia fue uno de esos que no se olvidan. Una llamada desde un número desconocido, la duda de si coger o no el teléfono y, de pronto, la emoción: había sido seleccionada entre más de un centenar de jóvenes de toda España. Detrás de esa alegría hay también una responsabilidad: la de ser la primera mujer de su familia en estudiar una carrera STEM —ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés—. Un logro que ella asume con humildad, pero también con el orgullo de saber que está abriendo camino.
En su nuevo día a día en Sevilla, entre planos de Ingeniería Aeroespacial, fórmulas y aulas compartidas con pocas mujeres, Leonora va encontrando su sitio. “Al principio impone, pero cada clase es una confirmación de que elegí bien”, reconoce en una charla con LA VOZ. Sueña con diseñar aeronaves, cohetes o aeropuertos, con trabajar algún día en Francia o Alemania y con demostrar que desde un rincón de Almería también se puede llegar lejos. Con la beca, además del apoyo económico, ha encontrado una comunidad de estudiantes y mentores que la acompañarán durante su etapa universitaria: una red de apoyo que le recuerda que los sueños se construyen mejor cuando se comparten.

Leonora con parte de su familia, el día de recogida de la beca
Shakira, la pionera que abrió camino
Un año antes, Shakira, desde el Llano de Don Antonio, en Carboneras, fue una de las doce jóvenes seleccionadas en la primera edición de las Becas de Grado Jesús Serra. Hoy cursa Psicología en la Universidad de Almería, convencida de que entender la mente humana también puede ser una forma de mejorar el mundo. Recuerda que la idea de optar a una beca nacional le parecía inalcanzable: demasiados candidatos, demasiada competencia. Aun así, decidió grabar su vídeo y enviar su solicitud. Cuando recibió la noticia de que había sido elegida, no podía creerlo. “Nunca pensé que me cogerían; había mucha gente de toda España. Fue una sorpresa enorme”, cuenta entre risas.
Para ella, esta beca ha supuesto mucho más que una ayuda económica. Le ha permitido estudiar con tranquilidad, cubrir el alquiler, los materiales y concentrarse en su carrera, pero también ha abierto una puerta a la formación continua. Participa en un programa de mentoría personalizada con una profesional de Cádiz que la guía en cada etapa y asiste a sesiones formativas, junto al resto de becados, donde comparten experiencias y proyectos.
En ese entorno diverso, Shakira ha encontrado un lugar donde sentirse acompañada. “Es muy especial conocer a otros jóvenes que son los primeros de su familia en llegar a la universidad. Cada historia te motiva y te recuerda por qué estás aquí”, explica. A lo largo del curso, los talleres y charlas sobre comunicación, liderazgo o trabajo en equipo le han servido para fortalecer su confianza y descubrir nuevas metas.

Shakira Segura en la recogida de su beca en 2024
Una beca que impulsa el talento y la igualdad
Las Becas de Grado Jesús Serra, impulsadas por la Fundación Occident, nacen con una idea poderosa: que el talento no debería depender del código postal ni del apellido. Su meta es clara: acompañar a quienes se atreven a ser los primeros —los primeros de su familia en llegar a la universidad o las primeras mujeres en abrirse paso en carreras STEM— y ofrecerles algo más que un empujón económico.
En esta segunda edición, doce jóvenes de nueve comunidades autónomas, diez chicas y dos chicos, han sido los elegidos entre más de un centenar de candidaturas. Detrás de cada nombre hay esfuerzo, noches de estudio y sueños enormes. Y lo mejor es que el programa no se queda en cubrir matrículas: va mucho más allá. Cada becado cuenta con una mentora o mentor que los guía durante la carrera, y con formaciones exclusivas en liderazgo, comunicación o trabajo en equipo. Una experiencia que mezcla aprendizaje, comunidad y crecimiento personal.
Desde la Fundación Occident lo tienen claro: “Queremos que el esfuerzo pese más que cualquier barrera socioeconómica”. Con cada edición, la iniciativa amplía su red de jóvenes con talento, construyendo una comunidad que aprende, se apoya y demuestra que cuando alguien cree en ti, el futuro cambia de dirección.
Desde Almería hacia el futuro
Leonora y Shakira comparten una raíz común: la ilusión, el esfuerzo y el convencimiento de que la educación puede cambiar destinos. Son dos ejemplos del potencial que late en Almería, una tierra de horizonte abierto donde los sueños también despegan cuando se les da impulso.
Ambas han demostrado que no hay límites cuando se mezcla talento con oportunidad. Leonora, mirando al cielo desde los talleres y laboratorios de Sevilla, y Shakira, explorando la mente humana desde las aulas de Psicología, representan a una generación que no teme salir, aprender y volver para transformar su entorno. Su paso es el de quienes abren camino para que otras chicas del Poniente o del Levante, de los pueblos o de la capital, crean que también pueden llegar.
A su manera, están escribiendo un futuro distinto, uno en el que las mujeres almerienses miran más alto y más lejos, sin miedo a ocupar espacios que antes parecían ajenos. Porque, al final, lo que demuestra su historia es que el talento no entiende de fronteras, pero sí necesita una oportunidad para despegar. Y desde Almería, ya hay quienes lo están haciendo.