Mantener el bronceado bonito y por más tiempo es uno de los retos tras las vacaciones de verano. Y el primer paso para conseguirlo es hidratarse dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche.

Tras las agresiones a las que hemos sometido nuestra piel durante las exposiciones solares, necesitamos calmar la sequedad cutánea con productos con activos hidrorreguladores que proporcionen a la dermis la humedad necesaria para que luzca sana y deslumbrante.

Una correcta hidratación hace que los niveles de agua se mantengan equilibrados y que la barrera protectora sea más resistente a las agresiones externas.

Especialmente importante es la piel del rostro, la más expuesta, para la que recomendamos las siguientes cremas: Crema Orchidée Impériale de Guerlain, Im Am The Cream de So Sílvia Oliete y Eucerin Anti-Age Hyaluron-Filler Nacho Creme. Y para el cuerpo, Rituals The Ritual of Sakura, Elisabeth Arden Green Tea Honey Drops Body Cream, loción de piel seca de reparación Eucerin y La Roche-Posay Leche Hidratante Lipikar.

Pero no todo se reduce a lo que se ve. Para mantener la piel morena y con buen aspecto, es imprescindible hidratarse también por dentro. Además de beber mucha agua -los médicos recomiendan como mínimo un litro y medio al día-, también se debe seguir una dieta rica en betacarotenos, unos antioxidantes que aportan el 50% de la vitamina A y facilitan la producción de melanina. Entre los alimentos que destacan por su aporte cabe citar el tomate, la calabaza, el mango, la sandía, el melón, el pimiento rojo, las coles de Bruselas, el brócoli, la cebolla, la espinaca y la zanahoria.

En este sentido, los nutricionistas recomiendan también comer salmón, un pescado rico en Omega 3 que ayuda a reparar la piel dañada por los radicales libres del sol. Del mismo modo, los alimentos ricos en vitamina C también pueden ayudar a mantener la piel radiante. Las fresas, los limones, las naranjas y los kiwis son una excelente opción.

Otro paso a tener en cuenta para prolongar el bronceado es la exfoliación tanto facial como corporal una vez a la semana como mínimo. El exfoliante –que se comercializa en múltiples presentaciones, como gel, espuma y jabón-  se aplican sobre la piel húmeda mediante un suave masaje rotatorio con el fin de activar la renovación cutánea y eliminar impurezas y células muertas. Así, los cosméticos que se apliquen posteriormente penetran mucho mejor.

Recomendamos el exfoliante corporal de oliva de Body Shop, Body Exfoliante suave Avène y Exfoliante Gommage Peau Neuve Clarins.

Pero si lo que se quiere es intensificar el tono, se puede recurrir al autobronceador como alternativa al sol, ya que colorea la piel sin que se produzca melanina. Una ventaja de utilizar este cosmético después del verano es que el resultado es mucho más natural que los rayos UVA, por ejemplo. Los expertos aconsejan aplicarlo una o dos veces a la semana sobre la piel limpia e hidratada, preferiblemente por la noche. Para que el resultado sea lo más homogéneo posible, se extiende el producto en sentido horizontal y después en vertical.   En el rostro es mejor aplicarlo de forma homogénea, evitando el contorno del cabello, los párpados y las cejas. En el cuerpo, se puede empezar por las piernas y continuar por los brazos y el abdomen, y por último el tórax. Hay que utilizar pequeñas cantidades de producto para extenderlo bien. Se masajea con movimientos circulares y hay que dejar que se seque la piel antes de vestirse. Para acabar, hay que lavarse muy bien las manos para evitar que queden tintadas.  

En el mercado hay buenas opciones como Hydra + Bronceado Progresivo, de Topicrem, que aporta a la piel los beneficios de una crema hidratante 24 horas asociada a un efecto bronceado; Crema hidratante Autobronceadora Gradual, de St. Moritz y Garnier Delial Mousse Autobronceadora con agua de coco y ácido hialurónico.