El reconocido actor Richard Gere, que acaba de cumplir 76 años, ha decidido fijar aún más sus raíces en España con la adquisición de una exclusiva mansión en Oleiros, A Coruña. La vivienda, valorada en unos 10 millones de euros, se ubica en la playa de Santa Cristina y se ha convertido en el nuevo refugio familiar para el intérprete y su esposa, la publicista coruñesa Alejandra Gere, de 42 años.

La noticia, adelantada por la revista Semana, confirma que el protagonista de Pretty Woman ha encontrado en Galicia un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, la tranquilidad y la cercanía de la familia política. No en vano, la casa se sitúa a diez minutos de la vivienda de los padres de Alejandra, junto a la playa de Bastiagueiro, un enclave muy frecuentado por los Silva, la familia de la publicista.

Richard es un gran amante de la familia y le encanta celebrar comidas con la numerosa familia española de su esposa. Además le gusta rodearse de niños en un ambiente festivo, por lo que ha decidido adquirir esta vivienda en Galicia, en la localidad donde su mujer ha disfrutado de muchos veranos en compañía de sus hermanos y primos.

La propiedad adquirida por la pareja tiene una historia y un encanto especiales. Construida en los años veinte, cuenta con un diseño clásico que se integra con el entorno. Ofrece vistas privilegiadas al océano Atlántico, un cenador ideal para las veladas de verano, un frondoso pinar y una piscina con arquitectura de época. Además, su ubicación permite acceder tanto por carretera como caminando desde la propia playa, lo que realza su carácter exclusivo.

Richard Gere y Alejandra contrajeron matrimonio en 2018 y desde entonces han formado una familia numerosa con dos hijos en común, además de los que cada uno tenía de relaciones anteriores. Su unión, que comenzó en 2015, sorprendió a muchos, pero hoy se mantiene más sólida que nunca. El propio actor explicó el motivo de su traslado definitivo a España: "por amor a su mujer".

Instalados en Madrid desde el otoño de 2023, con residencia en la exclusiva urbanización de La Moraleja, el matrimonio ha querido ahora contar también con una casa en Galicia. Una decisión que refuerza el vínculo de Gere con el entorno gallego y con la familia Silva, muy unida y acostumbrada a celebrar reuniones multitudinarias.