Casi cinco meses después de su primera aparición en El hormiguero, Karla Sofía Gascón ha vuelto al plató de las hormigas para charlar con Pablo Motos sobre su carrera y las duras críticas que ha recibido debido a varios tuits racistas que publicó en el pasado. 

Lejos de guardar silencio, la actriz, conocida por ser la primera intérprete trans en ser nominada a un Oscar, decidió abordar el tema con la intención de zanjar la polémica. "Hablemos de todo lo que ha pasado, te estabas llevando todos los premios, eras una promesa para los Oscar, salieron unos tuits antiguos tuyos y pasaste a ser, en horas, linchada por todo el mundo con una crueldad que yo no había visto", le dijo el presentador, expectante. 

"Si tuvieras que explicar todo lo que ha pasado estos meses a una persona que no se haya enterado de nada, ¿qué le contarías? ¿Qué has vivido tú?", preguntó Motos, a lo que Gascón respondió: "Es que si abro la boca...Se juntó el hambre con las ganas de comer. Hicimos una película maravillosa con unas actuaciones increíbles. A mí me emociona mucho, porque han sido tres años de mi vida dedicados a este proyecto maravilloso y hubo gente que quiso destrozar esta película y, para hacerlo, también tenían que destrozarme a mí". 

¿Un problema de transfobia?

La actriz afirma que "se juntaron esas personas transfóbicas, de ultraderecha, que no soportan los temas de libertad y cambio que se abordan en la película, más luego toda la gente que era competencia de la película, las personas que no les sentó bien la película, las personas que odian a quienes triunfan... se juntaron muchos factores y todo ello llevó a que empezaran a atacarnos desde todos los sitios". 

Para rematar, la actriz madrileña no dudó en comentar que "pediré siempre disculpas por mis formas de expresarme y de decir las cosas, porque a veces soy muy bestia", añadiendo que, en estos últimos meses lo ha pasado muy mal: "He llorado mucho, me he sentido como en la Inquisición". 

La idea de desaparecer

"Estaba paseando por el Sena y pensé de verdad en que a lo mejor sería bueno desaparecer. Hay momentos en la vida que dices 'para qué estoy en este mundo', pero afortunadamente tengo una hija de catorce años maravillosa a la que no voy a dejar, y no voy a permitir que nadie me hunda", confesó Gascón, dejando claro que se ha enfrentado a una de las etapas más difíciles de su vida. 

También reflexionó sobre cómo su mayor problema fue "que me impidieron luchar, que es lo que a mí me gusta, pero fue un trabajo interno que tuve que hacer". En relación con las acusaciones, Gascón aseguró que "no había tiempo ni capacidad de reacción, todos hemos sido víctimas de un sistema de redes, de odio generalizado y de envidias". 

Para terminar, se negó a defenderse de aquellas polémicas declaraciones que hizo en Twitter, adirmando que "todas las cosas que se han dicho son absurdas, es imposible explicar las cosas una por una, es ridículo. Que me hayan tachado de racista, me parece absurdo. Me han tachado hasta de transfóbica, imagínate la tontería. Hay que mirar el contexto o si esas cosas son realmente ciertas".