El artista Antonio Menchón presentó su última obra dedicada a Su Majestad el Rey Felipe VI: un retrato realista de gran formato pintado sobre una única pieza de piedra de Cosentino. La obra, titulada ‘La solidez de un reinado’, ha sido concebida como homenaje al décimo aniversario de la proclamación del monarca y destaca tanto por su impacto visual como por la innovación técnica de su soporte.

La pintura, realizada sobre una tabla de piedra Dekton de 2,20 metros por 1,30 y tres centímetros de grosor, fue entregada personalmente por el autor en el Palacio del Pardo. Es un retrato hiperrealista a tamaño real del monarca. El proceso de creación implicó una compleja logística: desde la fabricación de bastidores a medida hasta el transporte en un sistema especialmente diseñado para proteger la delicada pero pesada pieza durante el trayecto.

Antonio Menchón, nacido en Alcantarilla (Murcia) en 1973 y afincado en Roquetas de Mar, es un artista autodidacta cuya carrera ha estado marcada por la combinación de su formación militar y su pasión por la pintura. Desde joven, mostró un talento excepcional, realizando su primera exposición en Burgos a los 20 años. Su estilo se caracteriza por un realismo meticuloso, influenciado por maestros como Sorolla, Velázquez y Rembrandt, y una profunda atención a la luz y los detalles.

A lo largo de su trayectoria, Menchón ha retratado a numerosas personalidades de relevancia nacional e internacional. Entre ellas destacan el Rey Felipe VI, a quien ha pintado en varias ocasiones, incluyendo un retrato oficial que se encuentra en el Palacio Real de Madrid. Su serie de retratos también incluye figuras emblemáticas del deporte español como Rafa Nadal, Pau Gasol, Andrés Iniesta, Carlos Alcaraz, Iker Casillas, Garbiñe Muguruza, Marc Márquez, Carolina Marín y Teresa Perales.

‘Art on Stone’

Menchón ha desarrollado la técnica ‘Art on Stone’, que consiste en pintar sobre piedra natural tratada para óleo, aligerada en su peso para facilitar su manipulación. Este enfoque innovador acompaña una narrativa visual que reinterpreta figuras icónicas, aportando profundidad conceptual y valor visual a cada obra.

Según relató el propio Menchón, el proyecto de retratar al rey sobre piedra nació a raíz de una entrevista donde presentó sus obras sobre piedra, tras la cual fue contactado por un directivo de Cosentino, quien se interesó por la técnica del pintor y facilitó el material para la obra.

“Fue un trabajo meticuloso, desde la elección de la piedra hasta la elaboración de los marcos encajados al milímetro”, explicó Menchón. El cuadro, además de su valor artístico, es una metáfora visual del reinado de Felipe VI: sólido, resistente y destinado a perdurar, igual que el material sobre el que está pintado.

No es la primera vez que el artista retrata al rey: esta es su sexta obra dedicada al monarca, aunque no todas han tenido como destino la Casa Real. Algunas han sido adquiridas por instituciones como el Instituto de Ingeniería, la Unidad Monárquica Nacional o el Museo de A Coruña.

Durante la audiencia privada con el rey, que se prolongó cerca de media hora, Felipe VI se mostró “sorprendido y satisfecho” con el resultado, especialmente por el uso de la piedra como soporte y el nivel de detalle de la ejecución. La elaboración del retrato llevó unos cuatro meses y el pintor reconoce que el mayor quebradero de cabeza fue preparar el transporte y fabricar el soporte que lo sostuviera de pie.

“Nada más verme el rey me dijo volvemos a vernos, hacía 10 años de la última audiencia que tuvimos cuando le entregué un retrato al principio de su reinado. Su cara fue de sorpresa absoluta cuando dejé caer la tela que lo cubría”, dice Menchón mientras muestra las instantáneas que la Casa Real le envió del mágico momento.

Estudio con vistas al mar

El encuentro tuvo lugar el pasado abril, aunque para el pintor es como si hubieran pasado cuatro días, Menchón pierde la noción del tiempo en su estudio con vistas al mar. Allí los botes de pintura, los pinceles y los lienzos se disponen muy bien ordenados. El pintor suele pasar tiempo en otros inventos para implementar el transporte de sus obras. Por ejemplo las cajas de madera donde viajarán sus obras para una exposición en México el próximo noviembre. Una serie de 10 catrinas y personajes puramente mexicanos pintados sobre piedra utilizando su técnica propia.

Menchón sigue una regla para no perderse y sacar adelante toda su obra de autor: dos encargos, dos cuadros vendidos y uno para exposición de esta manera guarda su equilibrio. Ya está pintando un nuevo retrato del rey, encargo de una institución y también prepara otro retrato del rector de una universidad. En su memoria guarda dónde viajan sus cuadros, dónde encuentran su lugar en sitio tan remotos como India o Nueva York y si puede siempre entrega la obra en mano al comprador.