En Níjar, el sol cae a plomo sobre las fachadas encaladas, las pitas se alzan como esculturas vivas y el aire arrastra el eco antiguo de un torno girando. En medio de ese paisaje áspero y bello, donde la tierra se amasa desde hace siglos, hay una tienda que parece brotar del terreno: ‘Entre Barro y Pitas’.

No es solo un nombre. Es una declaración de intenciones. Un espacio con alma propia, donde cada pieza cuenta una historia de barro y memoria. Donde dos generaciones —madre e hija— han sabido reinventar la cerámica nijareña sin romper con su raíz.

Lo que empezó como 'El Oficio' en 1989, cuando aún se cocían las piezas en hornos de leña y se vendían en la calle Las Heras, es hoy mucho más que un local de cerámica. Es un proyecto familiar, íntimo y lleno de sentido, que guarda entre sus estanterías el latido de lo tradicional, el legado de todo un pueblo y una historia moldeada a cuatro manos. 

La memoria de Níjar en las manos

Ángeles Morales lleva casi cuatro décadas al frente del mostrador. Lo ha visto todo. Desde los cántaros para agua hasta las vajillas de diseño. “Antes se trabajaba sobre todo para la cocina. Ahora la gente busca decorar su casa, hacer suyos pequeños rincones”, cuenta para LA VOZ, con la serenidad de quien ha estado en cada transformación.

También ha vivido el cambio de ubicación: de la calle Las Heras a la actual tienda en Federico García Lorca 91, siguiendo el pulso del pueblo y del turismo. “Ha cambiado todo. Pero siempre ha habido gente. En verano y cada vez más fuera de temporada también. Tenemos una clientela muy fiel”.

Una clientela que ya forma parte de su historia. “Viene gente que lleva treinta años pasando por aquí”, dice con ternura. Las han visto crecer. Por y para ellos siguen creando, porque les hace ilusión ofrecerles productos nuevos. Eso es lo que más les emociona. 

Un aire renovador 

La de Ángeles es la voz de la experiencia, la base firme sobre la que se construye este proyecto. Pero no está sola. Junto a ella, Marta García, su hija, ha traído aire nuevo y mirada contemporánea. Redes sociales, tienda online, fotografía. Marta ha sabido tender puentes entre la tradición y un público más joven, más urbano, más digital. 

“Queríamos mantener viva la esencia, pero acercarla a nuevas generaciones”, explica. Ella no está al frente del mostrador, pero sí detrás de cada imagen, cada publicación que conecta la tienda con el mundo. Juntas forman un tándem perfecto: madre e hija, pasado y presente, raíz y vuelo. Barro y pitas.

Un nombre muy almeriense que lo dice todo

El barro, cuentan ambas, se sacaba antiguamente de las montañas cercanas. Las pitas, en cambio, brotan libres por todo el Parque Natural de Cabo de Gata. Tierra y planta. Oficio y paisaje: “Queríamos que el nombre contara lo que somos, parte de esta tierra”, dice Marta.

El equilibrio entre lo artesanal y lo natural. Eso es el corazón de esta tienda: un rincón en el que se respira calma, en el que todo se cuida al detalle y en el que se honra al Mediterráneo, a Níjar, a esta tierra. 

Diseño compartido, piezas únicas

Aunque no tienen fábrica propia, participan activamente en el diseño de cada pieza. “Elegimos colores, decoraciones, estilos. Luego trabajamos con artesanos locales, como Elisabeth Monti”, explican. Ellas aportan la visión y los artesanos la técnica. Cada uno a su modo. 

Es un proceso compartido, dialogado, muy orgánico. “A veces hay que adaptar el diseño a lo que permite la técnica de cada uno. Es un 50/50, pero siempre hecho a mano, artesanal y local”. El resultado son piezas únicas, imperfectas con intención, que conservan la textura de lo humano.

Cerámica nijareña y algo más 

Aunque el 90% de lo que venden es cerámica, 'Entre Barro y Pitas' no se ha quedado ahí. Han incorporado joyería de cerámica —pendientes, colgantes, anillos— y también otros objetos hechos por artistas de la zona: barquitos de pesca, acuarelas, chumberas, escenas de los pueblos. Todo respira Níjar. Todo tiene ese toque mediterráneo, cálido, que conecta con quienes llegan buscando algo más que un souvenir. 

Tradición almeriense con alma 

'Entre Barro y Pitas' no es solo una tienda. Es un refugio donde la tradición alfarera de Níjar encuentra una nueva voz sin perder su raíz. Donde la experiencia de Ángeles se mezcla con la creatividad de Marta. Donde cada pieza lleva un pedazo de tierra, de historia y de cariño.

Porque lo suyo no es vender cerámica. Lo suyo es conservar una manera de hacer. De mirar. De sentir. Es un pedazo de Mediterráneo moldeado con paciencia, con raíces, con alma. Un rincón donde el barro sigue teniendo futuro.