No hay visos de que el Poniente almeriense, el santuario las hortalizas de invernadero, donde habitan y laboran más de 300.000 personas, cuente con el tren de cercanías con la capital que se lleva pidiendo desde hace décadas por diferentes colectivos públicos y privados. Así lo acaba de sentenciar el Gobierno en una respuesta parlamentaria consultada por Europa Press: “el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible no tiene previsto efectuar un estudio de viabilidad para implantar un servicio de tres de Cercanías en el Poniente almeriense en el marco de las obligacioneas de servicio público”.

El mensaje llega en contestación al diputado por Tarragona del Grupo Sumar, Félix Alonso Cartoné, con el reconocimiento de que los servicios de Cercanías se conceptúan para atender los grandes flujos de de tráfico en el entorno de laa grandes ciudades o áreas periurbanas. De hecho las poblaciones de Adra, El Ejido, Berja, Roquetas, Vícar y La Mojonera suponen en torno a la mitad del censo poblacional de toda la provincia.

Resulta chocante que haya sido un diputado catalán el que se haya interesado por este anhelo almeriense de transporte colectivo. Alonso Cantorné es, además de político, historiador y periodista, habiendo trabajado, entre otros medios en el diario de deportes Sport.

No obstante, el Gobierno matiza que se rechaza el estudio de viabilidad pero “sin perjuicio del posible interés comercial que para cualquier operador privado pueda tener la prestación del servicio indicado”.

Aún así, el Gobierno deja la puerta abierta abierta a poder explorar esta propuesta más adelante “dentro del proceso de revisión de la global de las obligaciones de servicio público”.

El tren de Cercanías del Poniente empezó ya a solicitarse en los años 80 coincidiendo con la explosión demográfica a rebufo del crecimiento de la actividad hortofrutícola con más de 20.000 hectáreas de invernadero. Antes aún, en los años 20 del siglo XX, hace ahora justamente un siglo, ya empezaron los primeros escarceos solicitando un ferrocarril para la zona que no tardaron en evaporarse.

En una radio de acción de unos 50 kilómetros por la comarca transitan rumbo a Europa más de 1.000 camiones diarios cargados de frutas y hortalizas que ayudan a justificar, para distintos colectivos, la necesidad de un transporte ferroviario colectivo y que supondrían una gran contención de emisiones de CO2 producidas porel transporte por la Autovía A-7-.

El pasado mes de marzo, la Plataforma por el Tren Público, Social y Sostenible registró una Proposición No de Ley (PNL) en el Congreso de los Diputados pidiendo un sistema ferroviario adecado tanto para el transporte de pasajeros como el de mercancías.

El Poniente es una de las principales concentraciones población que no cuentan con un solo tramo de línea férrea, al contrario de lo que ocurre en áreas periurbanas similares en Cádiz, Sevilla, Málaga y Granada. La Mesa del Ferrocarril de Almería también lleva años planteando un realización de un Estudio Informativo para un futuro Corredor en el Poniente almeriense, sin ningún resultado

El sueño de aquel tren desde Torre del Mar

El almeriense es un tipo que espera, que siempre espera algo, aunque nunca llegue. El sueño favorito del almeriense es el tren, la emoción de viajar rumbo a Atocha o a Chamartín. Uno de los proyectos ferroviarios que más tinta gastó hace un siglo fue el del Torre del Mar-Zurgena pasando por el Poniente, un antecedente del AVE actual que no llegó a poner ni una sola traviesa. Con el tiempo, los trenes de vía estrecha que salieron adelante fueron los que tenían un interés minero como el de Sierra Alhamilla, el de Lucainena a Aguamarga, Bédar-Garrucha o Herrerías-Villaricos. Una vez que el AVE Almería-Murcia sea una realidad, una de las asignaturas pendientes del ferrocarril provincial serán los Cercanías, tanto el del Bajo Andarax como, especialmente el del Poniente, a pesar de la compleja orografía.