El Jueves Lardero es una celebración tradicional en la comarca del Andarax, pero este jueves se ha vivido con especial ilusión en uno de los pueblos que forman parte de ella, ya que se ha aprovechado este marco para inaugurar una infraestructura sobre la que gira esta fiesta en esta localidad.

Alhabia ha inaugurado la reconstrucción del Pozo Mandayo, un enclave de gran significado para el municipio, que ha sido restaurado para recuperar su valor histórico y su papel principal en esta celebración, que reúne cada año a vecinos y visitantes en un ambiente de convivencia y tradición.

El Pozo Mandayo, que ha sido un punto de encuentro durante décadas, ha sido objeto de una importante intervención que ha permitido restaurar su base y añadir una cúpula decorada con imágenes antiguas de generaciones anteriores de vecinos alfabieros en este mismo lugar. Una iniciativa que rinde homenaje a la memoria colectiva del municipio y que además permite reforzar el vínculo con sus costumbres.

La inauguración se ha llevado a cabo en el marco del Jueves Lardero, una festividad con gran arraigo en Alhabia. Desde primeras horas de la mañana, vecinos y visitantes se han congregado en el paraje para compartir un día de convivencia marcado por la gastronomía típica y el entretenimiento. 

Entre los platos más destacados de la jornada no han faltado el tradicional hornazo con huevo, la tortilla de patatas, la fritada, la carne en ajillo y los embutidos de la matanza, todo ello acompañado por el excelente vino de la zona.

Los asistentes han disfrutado además de juegos tradicionales, entre los que se incluyen la brisca y la comba, mientras que los más pequeños han participado en el popular 'resbalizo', una actividad que consiste en hacer rodar garrafas por una pendiente y que sigue despertando la misma emoción de siempre, atrayendo tanto a niños como a adultos.

El Jueves Lardero es una de las celebraciones más esperadas del año en Alhabia y se remonta a las antiguas costumbres previas a la Cuaresma. Se celebra el jueves anterior al Miércoles de Ceniza y su nombre proviene del latín "lardo", en referencia a la grasa del cerdo, protagonista en muchos de los platos de este día. Su importancia radica en la oportunidad que brinda para reunirse, compartir y mantener vivas las tradiciones que han sido transmitidas de generación en generación.