Ha pasado un año desde que se perdió la pista de Myriam Irene Broggi Praz. Nada se sabe de esta mujer desde la tarde del 28 de enero de 2024. Ese domingo fue la última vez que sus allegados tuvieron noticias de ella.

Esta popular enóloga de 81 años en el momento de su desaparición y de origen suizo no sólo se dedicaba a analizar la producción de vino sino que había alcanzado cierta fama en su país gracias a sus apariciones en importantes medios de comunicación, en los que compartía sus conocimientos sobre la elaboración de los caldos.

Esa mañana de domingo, Myriam se puso en contacto con unos amigos sobre las once de la mañana para decirles que se había perdido pero que gracias al GPS había encontrado el camino de regreso supuestamente a Mojácar, donde residió durante estos últimos años. A la posible desorientación que la mujer pudiera tener al volante se le sumó otro factor fatal para el destino de Myriam. Un error al señalarle a su GPS la dirección a la que quería llegar.

Tal y como reconoció el subdelegado del Gobierno en Almería días después de la desaparición, "parece que pudo haber alguna confusión" por parte de la mujer a la hora de poner en el GPS "la dirección a la que se dirigía". De hecho así lo concluyeron los investigadores, ya que el nombre de la calle en la que reside la desaparecida "coincidía con el nombre de la aldea de Segura a la que llegó" y donde se le pierde la pista.

El error radicaría, a tenor de lo expuesto por las fuentes oficiales antes mencionadas, al querer desplazarse hasta la calle Horno de Mojácar, donde la mujer residía. Presumiblemente, en lugar de dirigirla hacia la localidad almeriense, el sistema de navegación le indicó la ruta hacia Hornos, pero no se trataba precisamente de la calle donde había decidido pasar parte de su jubilación.

Su coche fue encontrado en una aldea que compartía nombre con su vía pero que tenía poco que ver con el municipio mojaquero. El vehículo fue hallado a cientos de kilómetros de su casa. Concretamente en Hornos, en la sierra de Segura, en Jaén. Allí, al menos, es donde fue localizado el coche con el que partió hacia este viaje sin regreso desde Albacete.

A partir de aquí, todo lo demás son puras hipótesis salvo que se mantiene como una desaparición activa, según ha confirmado al menos el 'Equipo de respuesta inmediata de catástrofes de Andalucía' que dio el aviso en su momento. Eso sí, la esperanza de que haya un desenlace feliz se ha ido desvaneciendo con cada día que ha pasado para amigos y familiares, quienes pocas semanas después de la desaparición explicaron al periódico suizo ‘lematin.ch’ que quizás “en medio de la noche, ante la ausencia de red telefónica y la imposibilidad de continuar en coche, Myriam se vio obligada a abandonar su vehículo. Con la esperanza de encontrar ayuda, se puso en marcha a pie en la oscuridad y el aislamiento de la pista forestal. Desde ese momento, no se ha descubierto ningún rastro de ella".

Después de un año, las posibilidades de que todavía esté viva son prácticamente nulas, aunque todavía queda por saberse qué ocurrió aquel 28 de enero con Myriam una vez que llegó con su coche a aquella aldea del Segura y se bajó del mismo.