De Australia a las montañas de Almería: La increíble historia de Carnie
‘Las Tres Patas’ se ha convertido en el hogar de la familia y de los amantes del turismo rural

Las Tres Patas de Enix.
Lo que
comenzó como unas simples vacaciones, se transformó en un destino
que cambiaría por completo la vida de Carnie. Criada en Australia,
la protagonista de esta historia nunca imaginó que un día su vida
la llevaría hasta un rincón remoto de la Sierra de Gádor, en
Almería, donde hoy es la orgullosa propietaria de uno de los
complejos rurales más acogedores y singulares de la región: Las
Tres Patas.
"Mi familia es de Almería y yo venía a pasar las
vacaciones, y un día me subieron a este lugar… En cuanto lo vi,
supe que aquí había algo especial", cuenta Carnie, con la
nostalgia de quien ha vivido una historia que parece sacada de un
cuento. Lo que comenzó como un simple paseo por la sierra terminó
con una conexión tan profunda con el paisaje y las personas, que
años después su vida daría un giro inesperado.
Al cabo de los años
y por diferentes azares del destino Carnie acabó viviendo en Almería,
donde se casó y tuvo a sus hijos, la casualidad hizo que dos de sus
hijos fueran bautizados en este mágico lugar de Enix: Las tres
patas. “Ese día cuando brindamos, alzamos todos la copa y a mi se
me ocurrió la genial idea de decir: ‘algún día este lugar será
mío'” y muchísimos años después, así ha sido.
Casi por
casualidad, Carnie conoció al dueño de Las Tres Patas. "Sus
padres habían fallecido y quería vender el lugar", recuerda.
Así, con un destino que parecía estar escrito, Carnie adquirió el
complejo y empezó a escribir su propia historia en la sierra
almeriense.
Las Tres Patas no solo es un complejo rural; es el sueño de
Carnie hecho realidad, un lugar donde la naturaleza y la historia se
entrelazan de manera única. "Cuando estábamos limpiando las
cuevas del complejo, encontramos una losa rota con la inscripción de
una cabra con una pata rota. Decidí investigar y descubrí que la
casa era conocida como ‘la casa de la cabra con tres patas’. Para
mí, fue una señal, y renombramos el lugar como Las Tres Patas",
explica Carnie, con una mezcla de emoción y gratitud. De esta
manera, el nombre del complejo conserva su historia y mantiene viva
la esencia del lugar.
Pero lo que realmente hace única a la historia de Carnie no es
solo su decisión de mudarse a un lugar tan remoto, sino su capacidad
para transformar ese espacio en un hogar cálido y acogedor. "Aquí
no tratamos a los huéspedes como simples clientes, sino como amigos.
Nos gusta hacerlos sentir como en casa", dice Carnie, quien ha
hecho de Las Tres Patas un negocio familiar, donde cada rincón está
lleno de vida y recuerdos personales. Además, la pasión de Carnie
por las antigüedades se refleja en la decoración del lugar, llena
de objetos que ha ido recogiendo a lo largo de los años y que, como
ella misma dice, hacen que el lugar sea “un pequeño museo”.
Hoy, Las Tres Patas es mucho más que un complejo rural: es el
resultado de un golpe de destino que, por casualidad, unió a Carnie
con la tierra que hoy llama hogar. Desde su llegada a la Sierra de
Gádor, Carnie ha creado un espacio único donde la paz, la
naturaleza y la buena comida se combinan en perfecta armonía. Y
aunque sus orígenes están lejos, en Australia, su corazón late por
Almería y su historia ha quedado grabada para siempre en cada rincón
de Las Tres Patas.
"Os invito a venir a mi casa, que es vuestra casa", nos
dice con una sonrisa, como si no fuera necesario explicarnos más. En
Las Tres Patas, todos somos bienvenidos, y el sueño de Carnie,
nacido a miles de kilómetros de aquí, sigue vivo y latente para
todos aquellos que buscan un lugar único, lleno de magia y
humanidad, en pleno corazón de la Sierra de Gádor.