Durante unos meses, el parque de ocio infantil de la Urba se ha quedado sin su emblemática figura: el mono. Pero este ya está de vuelta, aunque presenta algunos cambios

El mono de la Urba, que regresó hace unos días a este espacio dedicado a los más pequeños después de su restauración, se ha desprendido de sus toboganes (que les salía de su barriga). Ahora, ya no forma parte de los juegos de los niños sino que se ha convertido en testigo de sus saltos, carreras y risas.

"Queremos mantener el mono, ya que es la insignia de nuestra empresa. Todos nos conocen como el 'parque del mono'. Una vez se restaure lo volveremos a poner, ya sin toboganes, para que siga con nosotros y quien quiera pueda hacerse fotos con él", explicaban en marzo a LA VOZ desde la empresa de este espacio de ocio roquetero, Castor Park.

Este espacio, con camas elásticas, hinchables, un trenecito y otras opciones de ocio para los más pequeños, ha sufrido más cambios en los últimos meses entre los que se incluyen novedades en la forma de disfrutar de ellos.

Esta zona de juego infantil, ubicada en la zona más turística del municipio roquetero, tiene un gran éxito entre el público infantil.