El detenido por quebrantar la orden de alejamiento de la madre del pequeño Gabriel, Diego M. F. A., vecino de Antas de 43 años de edad, fue condenado el pasado 14 de febrero por el Juzgado de lo Penal número 1 a una pena de seis meses de prisión tras haber intentado en abril del año pasado contactar con Patricia Ramírez en su lugar de trabajo. El hombre, que se encuentra en estos momentos en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil, tiene una medida cautelar que le impide aproximarse a menos de 200 metros de la madre de Gabriel dictada en noviembre de 2016 y vigente hasta noviembre de 2019.

Según da como probado la sentencia del magistrado Luis Miguel Columna, Diego M., connoceodor de que Patricia habitualmente acudía al pabellón de deportes Moisés Ruiz de la capital almeriense por motivos laborales, se dirigió a dicha instalación sobre las 10;30 horas del pasado 11 de abril de 2017, donde preguntó por ella. Horas después, a mediodía, acudió a una cafetería próxima al mismos pabellón, donde también suele acudir la mujer. Así lo declararon en la vista oral dos testigos, el funcionario del pabellón deportivo y un camarero del bar.

Ante estas pruebas, el magistrado le considera culpable del delito de quebranto de medida cautelar, aunque le aplica un atenuante de trastorno mental al apreciar en él una alteración afectiva de base que, según el fallo, le determina una percepción alterlada de la realidad que supone "una capacidad parcial para comprender la naturaleza e ilicitud de los hechos enjuiciados".