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Vuelta al cole en Almería: claves para que tus hijos vivan septiembre con menos ansiedad

Este mes puede suponer todo un reto emocional para los pequeños de la casa

Todo lo que implica regresar a clase puede generar estrés.

Todo lo que implica regresar a clase puede generar estrés.Freepik

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Cada año, con la llegada de septiembre, las familias se enfrentan al mismo reto: la vuelta al cole. Para muchos niños y adolescentes, este momento despierta nervios, inseguridad y cambios de humor. Para los padres, supone la necesidad de organizar rutinas, compatibilizar horarios laborales y acompañar a sus hijos en un proceso de adaptación que no siempre es sencillo.

La “vuelta al cole” no es solo un hecho académico. Es, sobre todo, un proceso emocional y social que implica reorganizar hábitos, reencontrarse con compañeros, asumir nuevas responsabilidades y, en algunos casos, enfrentar miedos o inseguridades que habían quedado a un lado durante el verano.

Desde PsicoAlmería, Verónica Valderrama, psicóloga sanitaria y directora del centro, explica que trabaja a diario con familias y menores, y que la forma en que se gestione este proceso influye directamente en el bienestar psicológico y en el rendimiento escolar de los niños.

Las vacaciones, para los más pequeños, representan libertad, juego y descanso. Pasar de ese ambiente relajado a una rutina marcada por horarios estrictos, tareas y obligaciones puede sentirse como un choque brusco

Algunos niños muestran señales claras de malestar, como nervios o llanto la noche anterior al primer día de clase, dificultades para dormir o tener pesadillas, molestias físicas como dolor de tripa o de cabeza, o incluso reacciones de enfado e irritabilidad al preparar la mochila. 

Estas respuestas, aunque frecuentes en los primeros días, deben vigilarse. Si se prolongan más de lo esperado, pueden estar reflejando algo más profundo, como ansiedad de separación, experiencias previas de bullying o baja autoestima. En estos casos, una intervención profesional puede ser clave, y en PsicoAlmería cuentan con un equipo de psicólogos infantojuveniles especializados en este tipo de situaciones.

Para acompañar a los hijos en esta transición, Verónica Valderrama propone algunos consejos esenciales. Recuperar las rutinas con unos días de antelación —como los horarios de sueño o las comidas— permite que el cambio no resulte tan brusco. 

Validar sus emociones también es importante: en lugar de frases que minimicen lo que sienten, como “no pasa nada” o “ya eres mayor”, es más efectivo decirles “entiendo que estés nervioso, yo también lo estaría, pero juntos vamos a superarlo”. Estos mensajes fortalecen su confianza y crean un vínculo emocional seguro.

Además, es útil generar ilusión en torno al regreso al aula. Involucrarlos en la elección del material escolar o preparar juntos su merienda favorita para el primer día puede transformar la ansiedad en una emoción positiva. 

También es fundamental cuidar la forma en la que se comunican las familias. Hacer preguntas abiertas, como “¿qué ha sido lo mejor de tu día?”, en lugar de un simple “¿qué tal?”, les anima a compartir más detalles y a sentirse escuchados.

Si el niño muestra un rechazo persistente al colegio, conviene explorar si existe alguna preocupación concreta, como un conflicto con un compañero, dificultades con algún docente o una inseguridad que no haya expresado. 

Y, por supuesto, es fundamental que los adultos no proyecten su propio estrés sobre ellos. Los niños son muy sensibles al ambiente emocional y perciben fácilmente el nerviosismo de sus padres. Mantener la calma y mostrar seguridad les ayuda a autorregularse mejor.

Reforzar los pequeños logros es otra herramienta valiosa. Reconocer que se han levantado a tiempo, que han entrado al aula sin llorar o que han hecho los deberes por sí mismos, fortalece su autoestima y motiva su autonomía.

Pero como advierte Verónica Valderrama, no siempre basta con la paciencia y las rutinas. Hay ocasiones en las que los niños necesitan apoyo externo para gestionar miedos, inseguridades o dificultades específicas de aprendizaje. 

En estos casos, acudir a profesionales puede marcar la diferencia. En PsicoAlmería ofrecen terapia infantil y familiar, ayudando tanto a los menores a superar sus bloqueos como a los padres a adquirir pautas eficaces de acompañamiento. La clave está en prevenir y actuar pronto, para que el colegio no se convierta en una fuente de sufrimiento, sino en un espacio de descubrimiento y crecimiento.

En definitiva, la vuelta al cole puede ser una experiencia desafiante, pero también una oportunidad para fortalecer la resiliencia y fomentar la autonomía de los niños. Con el acompañamiento adecuado, septiembre deja de ser un mes temido y se convierte en el inicio de una etapa cargada de aprendizajes y nuevas oportunidades.

Si crees que tu hijo necesita apoyo en este proceso, en PsicoAlmería están para ayudarte. Puedes contactar con ellos en el teléfono 644 679 781 o a través de su web: www.psicoalmeria.com.

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