El pasado viernes, 09/06, sobre las 21:30, sufrí una brutal subida de tensión que me produjo a su vez un problema cardíaco . Gracias a la intervención de una empleada de la farmacia "PLAZA" pude ser atendido por una ambulancia medicalizada, esos profesionales consiguieron estabilizarme antes de llegar al hospital TORRECÁRDENAS .Una vez allí, varias personas me atendieron y trasladaron a una sala de boxes que estaba repleta de pacientes. Eran ya las doce cuando ocupé mi sitio enchufado a un monitor y con varias botellas conectadas a mis venas. El trajín que había no me dejó dormir en toda la noche y créanme, me alegro, esa vigilia me sirvió para recibir una gran lección. Vi el tremendo volumen de trabajo al que se enfrentaban esas personas. Recibían un constante flujo de ingresos al tiempo que atendían a los ya ubicados. Además de desempeñar su labor con mucho celo y paciencia, atendían a los enfermos con gran amabilidad. Observé una coordinación extraordinaria entre ellos y me sorprendió mucho la empatía que se respiraba entre estos magníficos profesionales que están trabajando con vidas humanas llevando sobre sus espaldas una gran carga de responsabilidad. Se ganan el sueldo pero bien ganado, si señor. Desde mi humilde punto de vista, pediría para ellos la máxima comprensión, muchas veces nos salvan literalmente la vida y creo que la sociedad no les corresponde como se merecen, ni sabe valorar a las extraordinarias personas de las que disfrutamos en en estos servicios. Si las empresas de esta país funcionaran con la cuarta parte de eficacia que lo hacen ellos, otros gallos nos cantarían. MUCHAS GRACIAS, SOIS SENCILLAMENTE, MAGNÍFICOS. UN ABRAZO.- RAFAEL ESCOBAR (SR, DIRECTOR, ME HARÍA MUCHA ILUSIÓN QUE ESTA MUESTRA DE AGRADECIMIENTO SE PUBLICARA, GRACIAS)