Existe una creciente realidad en muchos jóvenes que, en busca de una formación académica y experiencias laborales, se ven obligados a la ardua tarea de estudiar y trabajar simultáneamente. Este equilibrio puede impactar en la salud física y mental de los jóvenes, generando un estrés abrumador. Además, la calidad de aprendizaje y la productividad laboral corren el riesgo de verse afectadas. Es un desafío que, actualmente, muy pocas personas valoran, y es por ello que cada uno de nosotros debe de estar informado sobre este fenómeno reciente, puesto que influye en la capacidad de los jóvenes en el desarrollo de actividades extracurriculares, sociales y familiares, privándolos de experiencias valiosas fuera del ámbito académico y profesional. Atentamente, Claudia Hernández Acacio Estudiante Grado de Comunicación, UOC