Corrupción generalizada
¿En qué momento se convierte uno en corrupto? Uno se apunta de buena voluntad a un partido político. Son esos nobles objetivos que se leemos en todos los programas invitando al ciudadano a transformar la sociedad, haciendo más felices a los hombres y, definitiva, cambiando el mundo de nuestros padres y antepasados.
La psicología social debería explicar mejor la coyuntura exacta en que uno, por las razones que sean, está a punto de ser un golfo, o mejor todavía, cuando una serie de golfos se pone de acuerdo para robar sistemáticamente.
No parece tan fácil viniendo de donde viene la mayoría. Antes de aparecer en los periódicos como ladrones de alto standing regentaron buenos colegios, pertenecieron a partidos de la derecha donde se vota militar y religiosamente, como dice Alberto Garzón; ser sirvieron de esa moral de la decencia que obliga a respetar al otro como norma civilizada. ¿En qué momento , en qué cantidad (20% , 30% tal vez), bajo qué influencias mutuas, se quedó esta gente sin vergüenza como para convertirse de golpe en una gente peligrosa. Lo mejor que se puede leer estos días sobre miserias del hombre (no hace falta acudir a Shakespeare o a Cervantes) es repasar las declaraciones ante el juez Eloy Velasco de Marjaliza. El mapa de la Púnica ya dice mucho sobre la extensión y profundidad y criminalidad de la trama. Ya sea por zafarse del castigo carcelario o por alguna forma de despecho, Margaliza implica en la red de corrupción a altos cargos del PP y también a alguno del PSOE.. No hay que perder de vista a Frncisco Granados, exsocio de Margaliza y exsecretario general del PP en Madrid, ambos compartieron once millones de euros en cuentas del extranjero.
No quiero seguir por aquí. Dejemos a la Justicia que haga su trabajo. Lo que me tiene más preocupado es que casi todos los días tenemos en los medios algún rebote de escándalo nuevo referido al partido del Gobierno. Como si no hubiera sucedido nada, el PP se apresta a ganar las elecciones poniéndose como modelo de buen gobierno, ahorrador, creador de empleo y cumplidor con sus promesas futuras, pese a los pufos que deja. ¿ No se les caerá la cara de vergüenza?