La Voz de Almeria

Opinión

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El PP ha orientado toda su campaña hacia las próximas elecciones bajo la idea combativa de que el PSOE se ha echado en manos del radicalismo. Quien dice radicalismo dice mil vituperios más como el extremismo, el sectarismo, la pobreza, la amenazada de estabilidad, la imposible recuperación económica y el fracaso del pacto con la sociedad. Por otro lado, los partidos emergentes ven en el PSOE una segunda copia del PP que no en vano ha disfrutado del bipartidismo inane durante tantos años. Pero la verdad es que los socialistas, si nos atenemos a su larga historia, ni son sectarios ni tampoco radicales. Desde que renunciaron al marxismo estarían más cerca de la socialdemocracia. De un partido que lleva ya más de un siglo combatiendo las desigualdades sociales, que tiene fama de moderado, que tuvo un protagonismo en nuestra entrada en Europa, transformó el país y generalizó la Seguridad Social no puede decirse que sea un peligro para los españoles aunque tampoco esté indemne de algunos casos de corrupción, desde luego muchos menos que los que conocemos hoy del PP. ¿Qué habrá hecho el PSOE para que lo califiquen de radical? En la raíz de un partido obrero está defender el trabajo, la educación y la sanidad públicas, el Estado del bienestar, la vivienda y la dependencia, etc. Sería algo monstruoso defender lo contrario. Pedro Sánchez acaba de presentar su candidatura para la Moncloa. Ha sido innecesario convocar las primarias por falta de rivales. Aunque cada partido habla según su situación estratégica de cara a la conquista del poder, los pactos con las plataformas alternativas pueden ser muy fecundas si durante estos cuatro años no nos dedicamos a destruirnos mutuamente. Mucho es lo que puede aprender el PSOE de otras fuerzas más pegadas a la realidad de la calle, aunque más ganarán, si cabe, los acusados de radicales y de ser monaguillos de Venezuela. “Vamos a liderar un cambio seguro y valiente (exclama Pedro Sánchez), coherente con nuestros valores socialdemócratas, un cambio que una y en el que se reconozcan todos los españoles”. La prensa ha señalado el gesto meramente simbólico y nada sectario de esta unidad destacando la aparición de la bandera española en una pantalla detrás del propio candidato socialista.


tracking