Tuve la suerte de tener tras de mí a un niño de 8 años, que preguntaba a su abuelo dónde tenía que apuntarse para ser recogepelotas. El abuelo no sabía qué contestar y acudí en su ayuda inventándome que la edad mínima era 11 años.

Después charlamos largamente y aprendí que vienen de San José. Recomendé al niño que aspirara a ser el futuro delantero centro del Almería. Él me dijo que se llamaría Luis Suárez, su abuelo no estaba conforme y le dijo que se llamaría Luis Viciana. Daba gusto saludar a los vecinos de asiento y nos preparábamos para disfrutar de fútbol otra temporada. Eché en falta a mi amigo Richard con su asiento vacío. Espero verlo el próximo partido.

Los jugadores del Almería fueron saliendo en pequeños grupos, mientras una voz los presentaba y nosotros aplaudíamos. Estamos interesados en conocer a los nuevos, que son muchos, y de momento nos fijábamos en el dorsal.

El partido transcurrió con normalidad, primer tiempo para el Almería y segundo para el Córdoba. Utilizamos 19 jugadores y creo que con ellos podemos hacer un buen equipo. En el segundo tiempo jugamos en nuestro campo y con muchos pases cortos, lo que hacía imposible llegar a la portería contraria.

En esta situación mi esperanza la ponía en que nuestro portero sacara siempre en largo. Creo que damos demasiados pases hacia atrás, peligrosos en horizontal por parte de los defensas y muy peligrosos cediendo el balón al portero. Con lo fácil que es despejar fuerte al primer toque.

Cuando en un contraataque los defensas contrarios corren hacia atrás, parar el balón en seco da lugar a que todo el equipo contrario se coloque perfectamente y sea imposible llegar a la portería. Hay que sorprenderlos descolocados. Son opiniones de un antiguo defensa.