Esplendor en los informes
“La única hierba en el panorama de la educación ya se la han fumado los que se niegan a cambiar el sistema”
Cada vez que un informe PISA se asoma a los titulares, un sopapo de realidad golpea el escenario de excelencia educativa que, según los más pluscuamperfectos, existe en España desde hace años. No hay estadística que no nos deje –con mención especial a Andalucía- sumidos en el bochorno a la hora de comparar el nivel de conocimiento y aptitud de nuestros estudiantes con el de los países de nuestro entorno.
El último bofetón estadístico nos lo propina el resultado de la más reciente Evaluación Internacional de Estudiantes, que revela que los alumnos españoles no sólo son peores en matemáticas, lectura y ciencias, sino que también fracasan en la resolución de problemas cotidianos. De hecho, el 28,5% de nuestros estudiantes es incapaz de afrontar con éxito cuestiones domésticas y administrativas, frente al 21,4 % de los países de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación. Lo que no viene en los informes, pero yo apunto ahora con más miedo que vergüenza, es que toda esa calamidad es nuestro futuro. Y este sombrío horizonte no lo remedia ni el famoso poema de Wordsworth -“Nada nos devolverá los días del esplendor sobre la hierba, pero nos recordaremos y fortaleza hallaremos en lo que nos queda”- porque parece que la única hierba que brota en el panorama educativo ya se la han fumado algunos que se niegan a reformar el sistema y se empeñan en anunciar que, en caso de volver al gobierno, revocarán cualquier ley que haya modificado lo que ellos dejaron. Y esa es la tragedia del sistema español: la prevalencia de la ideología partidista sobre la búsqueda de parámetros de excelencia. Yo no sé qué resultados ofrecerá en el futuro una ley educativa diferente a las que han diseñado e impuesto los diferentes gobiernos socialistas, pero se antoja complicado pensar en que puedan ser tan esplendorosamente malos.