La Voz de Almeria

Opinión

Vuelve Urbaser, el invento de Florentino Pérez

Recoger bien la basura no es -no debe ser- menos importante que, por ejemplo, la programación cultural en cualquier ciudad como Almería

La alcaldesa de Almería, Mar Vázquez, y Fernando Abril-Martorell, primer ejecutivo de Urbaser.

La alcaldesa de Almería, Mar Vázquez, y Fernando Abril-Martorell, primer ejecutivo de Urbaser.

Manuel León
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Urbaser, uno de los gigantes españoles del tratamiento de residuos, fue un invento del presidente del Real Madrid, quien fusionó hace más de veinte años la antigua Tecmed con la filial de Medio Ambiente de Dragados, de la que se acababa de apropiar mediante una opa hostil, creando el coloso español de la basura. Desde su despacho en Plaza Castilla, el presidente de ACS, Florentino ‘Midas’ Pérez, oteó el horizonte por el ventanal y parió el nombre: Urbaser, que suena más a medicamento de farmacia que a empresa de desperdicios.

Para bien o para mal -el tiempo lo dirá- Urbaser vuelve a Almería como el hijo pródigo, vuelve como volvía el hombre del anuncio de la colonia Otelo; no para cuatro días, sino para 11 años; vuelve Urbaser, ahora en manos de un fondo de inversión norteamericano (Platinum), sacando la cresta por encima de siete competidoras, haciendo morder el polvo de la derrota a FCC, de las hermanas Koplowitz y del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, quienes eran hasta ahora los concesionarios. Y derrotando también a la Acciona de los Entrecanales, que se encargan de la limpieza de la ciudad y a los hermanos Lirola que hacen la recogida en El Ejido y que son los que están poniendo a punto el nuevo Paseo de Almería, entre otras mercantiles perdedoras en esta gran contrata de la basura, que es como el joyero de la reina de las concesiones municipales para cualquier empresa multinacional que se precie; vuelve Urbaser, como digo, y a Juan Megino y a Esteban Rodríguez les debe haber salido un sarpullido, después de la batalla que libraron en aquellas huelgas salvajes en plena feria, cuando Urbaser estaba aún en manos del gran Florentino y se negaba a pagar las multas que le endosó el buen urólogo. En ese periodo, Urbaser estuvo recogiendo la basura desde 2005 a 2014 en un megacontrato complementado con el de la limpieza viaria; vuelve Urbaser a la ciudad de la Alcazaba, clavando una nueva pica al lado de la de Roquetas donde lleva ya más tiempo casi que Gabriel Amat en el sillón de la alcaldía. Urbaser también realizó las limpiezas urbanas de los municipios de Vera y Mojácar y en Garrucha tuvo también contratada esta función desde 2005 hasta 2012; vuelve Urbaser, pero vuelve ya con otro dueño y con otro patrón, Fernando Abril-Martorell, un CEO muy aseado, muy bien visto, el hijo del que fue vicepresidente del Gobierno en la UCD de Adolfo Suárez, uno de los cien mejores ejecutivos españoles según la revista Forbes, tras haber pasado por Telefónica, Prisa e Indra.

Se queda Urbaser con la basura de Almería con una oferta de 142 millones por 11 años lo que supone una quita de 20 millones, con respecto al presupuesto de licitación, que son muchos millones de bajada. Tendrá que hilar fino la mercantil con sede en Chamartín. Y se compromete, según el pliego, a invertir en nueva maquinaria, nuevos contenedores, nuevos vehículos más eficientes, etcétera, etcétera; vuelve Urbaser a la city almeriense a llevarse nuestros desechos, cuando los negocios le van viento en popa, con una facturación de más de 3.000 millones de euros y con ganas de ser vendida por sus dueños al fondo sueco EQT por 5.000 millones de euros, aunque parece que la operación se ha paralizado. En cualquier caso, sea quien sea el propietario futuro, no debe afectar al contrato con el consistorio almeriense que diligencia Mar Vázquez quien delega para estos envites en Antonio Urdiales, el edil más sostenible. Urbaser fue filial del grupo ACS de Florentino Pérez, quien la vendió en 2016 al grupo chino CTNY. Los asiáticos fueron sus dueños durante un lustro y en 2021 la vendieron a Platinum por 3.500 millones de euros.

Elegir bien es una de las funciones cruciales de un Gobierno Municipal; recoger bien la basura no es menos importante que una buena programación cultural en cualquier ciudad; hay que esperar que la Mesa de Contratación no haya errado el tiro esta vez y que no vuelvan los fantasmas de los tiempos de don Juan Megino López.

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