CCOO ha dado el pistoletazo de salida a una campaña de movilización, junto a UGT, bajo el lema ¡AHORA SÍ TOCA!, que se iniciará el próximo 11 de febrero con concentraciones ante las subdelegaciones del Gobierno, para pedir al Ejecutivo que cumpla con los compromisos de la agenda de reformas sociolaborales, entre las que se encuentra la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), la derogación de las reformas laborales y de pensiones de 2013. Esta movilización tiene como objetivo mandarle un mensaje nítido al Gobierno y a las organizaciones empresariales: hay que retomar la negociación de todos los asuntos que quedaron pendientes como consecuencia de la pandemia. Queremos fechas y que se convoquen las mesas de diálogo para recuperar la agenda social que necesitamos.

Basta ya de refugiarse en una condicionalidad de la UE, por la que se justifica que ahora no es momento de aprobar estas medidas sociolaborales ya comprometidas y garantizar una reconstrucción justa del país que no deje a nadie atrás.

Para CCOO la prioridad es hacer frente a la pandemia, pero junto a ello el sindicato considera muy necesario alargar las políticas de protección social. Hay que recuperar una mesa de diálogo social en materia de relaciones laborales y reforma laboral que se quedó parada en el mes de febrero del pasado año, y en la ya que teníamos trabajos muy adelantados para abordar la adecuación de nuestro modelo laboral a lo que necesita el país, y eso pasa por recuperar el valor de la negociación colectiva, por mejorar la estabilidad en el empleo, regular los procesos de contratación y subcontratación, por limitar el recurso al despido y mejorar los elementos de flexibilidad interna pactada.

Todo lo que se modifique en materia de regulación laboral, si es producto de un acuerdo social, es mucho más estable, fiable y duradero a lo largo de los años. Pero, desde CCOO no vamos a admitir ‘derechos a veto’ sobre materias laborales y reforma laboral, como ocurrió con CEOE en la negociación del SMI. No se puede lanzar el mensaje de que si no hay un acuerdo social no se toca nada, porque eso es apostar por el bloqueo y el desacuerdo.

El Gobierno debe hacer una propuesta de mejora del SMI, ya que se comprometió a dar cumplimiento en esta legislatura a la Carta Social Europea, que establece que el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio neto.

En el centro de las demandas sindicales también se sitúan las pensiones. Pedimos que se derogue la reforma de 2013 y se vuelva al consenso de 2011, para abordar la situación desde el diálogo social y político.

Hay que garantizar la revalorización de las pensiones conforme al IPC y eliminar la redacción del factor de sostenibilidad que impuso la reforma y, a partir de ahí, abordar el debate sobre la estructura de ingresos de nuestro sistema público de pensiones, la adecuación de los regímenes de cotización, como el de autónomos/as, o sobre cómo sacar gastos impro¬pios que hoy asume la Seguridad Social y que corresponden a los PGE.

Si se quieren hacer políticas diferentes a las de la anterior crisis, que tanto daño han hecho, no sirven las reformas ni las recetas que se impusieron entonces y que tanto perjudicaron a la economía y a las trabajadoras y traba¬jadores de este país.

Por ello, desde CCOO, decimos que ahora sí toca empleo de calidad y estabilidad en la contratación. Ahora sí toca una regulación mucho más justa que evite la segmentación, precariedad y subcontratación para reducir costes y empeorar las condiciones de trabajo. Ahora sí toca mejorar las pensiones y decirle a la sociedad que en las próximas décadas va a haber un sistema público de pen¬siones suficientemente financiado y garantista para mantener los niveles de vida. Ahora sí toca situar el compromiso de que al final de la legislatura el SMI se sitúe en el 60% de la media salarial de nuestro país.

Ahora sí toca, en definitiva, poner en marcha una agenda de reformas sociales, imprescindibles para la igualdad y la distribución de la riqueza.