José Francisco Sánchez de La Rosa
Dedicatoria a nuestro abuelo
Anabel, Cristina, Alicia y Jorge
Esto no es una luz que se apaga, es una estrella en el cielo que se ilumina. Desde allí arriba nos cuida. El calor de sus recuerdos, de sus risas y cabreos, de sus llantos de emoción al vernos, siempre quedará una parte de él en nuestros corazones. Cada recuerdo y cada momento vivido suyo en nuestra vida es la leña que revive la llama del fuego que llevamos dentro. Siempre se mantendrá vivo, con nosotros.Te queremos.Nuestro vikingo de ojos azules. Tu familia siempre te recordará con amor y cariño y fuiste una gran persona y un gran abuelo para todos sus nietos.