Queridísima hija Maite

Carta que escribe Justo Jiménez Muñoz, padre de su hija María Teresa Jiménez Mombiedro, que tuve la desgracia de quedarme sin ella, por un derrame cerebral. “Queridísima hija Maite, el 28 de mayo del corriente año, se cumplirán 15 años, de tu marcha al “Cielo”, donde permaneces con tu madre, que en paz estaréis descansando y gozando de estar las dos juntas con Dios. Aquí nos dejasteis a tu padre, hermanos y demás seres queridos que tanto os queríamos y tantas alegrías nos disteis. No pasan días que no os recordemos, tanto por el amor y cariño que nos inunda, por tu humildad y saber hacer. En tu destino en el Ayuntamiento de Adra, en Servicios Sociales en tu labor de Psicóloga, siempre fuiste una amiga muy querida por tus compañeros, los que siempre te recordarán, por tu buen hacer, humildad y amar al prójimo. No es pasión de padre, así me lo manifiestan los que tuvieron la suerte de conocerte. En las vacaciones de verano, no te faltaba tiempo para organizar concursos culturales con los peques en la playa de Tubalitas (Cádiz).y otras muchas actividades, siempre con las más necesitados de amor y cariño. Ahora llevas unos bastantes años, gozando con tu madre en el Cielo, pidiéndole al Creador “Dios” por todos tus seres queridos, y que la humanidad nos volvamos mas hermanados, procurando que todos/as nos amemos como Dios nos ama. Tu marcha fue fulminante, siete días con sus noches, conectada a una máquina, para que pudieran controlar los doctores tu derrame cerebral, y no hubo éxito, Dios te quería con los suyos, para que le hicieras compañía a tu madre Tere. En fin, la vida es muy dura algunas veces, y en esta ocasión para todos los que te amábamos y tuvieron la dicha de conocerte fue desastrosa. Se que los designios de nuestro padre Jesús, son inapelables y hay que afrontar lo que nos depare en nuestro vivir, tener resignación cristiana, rezar por los seres queridos, y cuando Él disponga estamos a su servicio”.