El periodismo crítico de Juan Tortosa

Miguel Ángel Blanco
14:00 • 27 dic. 2018

A  los poderes fácticos no les interesa la libertad plena de los medios de comunicación y, menos aún, la conciencia libre del periodista. Y siempre hace todo lo posible para dominarlo y tenerlo bajo control. Los periodistas molestan al poder que puede verlos como una seria amenaza contra el sistema establecido.

Con un recorrido profesional, en el mundo de la información (prensa, radio y televisión), la trayectoria de Juan Tortosa (Berja, 1953) lo convierte en testigo, con suficientes garantías, para desarrollar una radiografía destacada de la realidad, donde su pensamiento crítico y desencanto van de la mano. Y así está analizado en su libro “Periodistas. El arte de molestar al poder” (Roca Editorial, 2018), presentado recientemente en la librería Picasso de Almería. Una amplia confesión personal donde nada ni nadie queda al margen. 

Periodista frente al mundo.



Juan Tortosa, con una trayectoria profesional entre 1977 y 2018 (Barcelona, Madrid, Málaga, Almería, Sevilla), construye un camino periodístico que pasa por el grupo Z (Lib, Interviú, Tiempo); Pueblo, donde pone en marcha el suplemento “Páginas verdes”. 

Su trayectoria continua por Antena 3 Radio, Informe Semanal (TVE), Cambio 16, Canal Sur (con el grupo fundacional), director de Diario 16 de Andalucía, Servimedia, La Voz de Almería, CNN Plus Andalucía, 4TV, UGT Andalucía, tertulia La Tuerka, y con el blog personal: Las carga el diablo. En este amplio espectro, Juan Tortosa ha vivido intensamente el periodismo, ha observado a fondo los aconteceres de la actualidad, en los medios donde ha trabajado, las relaciones con el poder, las exigencias en su entorno, la rebeldía de los periodistas o, en otros casos, la rendición.



Pero Juan Tortosa no ha querido rendirse y de ahí su decisión de contarlo todo para dejar constancia de todas las miserias que le han acosado.

El periodista viene de un tiempo, inicios de la Transición, donde el sistema incipiente no quiso garantizar la continuidad de revistas críticas como Triunfo y Cuadernos para el Diálogo, dos revistas que hoy, en pleno siglo XXI habría que resucitar. 



Como tampoco se garantizó en Almería, porque molestaban al poder, las revistas Almería Semanal y Naif, de vida efímera.

El testimonio de Juan Tortosa, por ejemplo, deja constancia de la lucha contra la censura, lo que vivió en sus primeros años profesionales intensamente. Desvela los entresijos de la Televisión pública, con su etapa en “Informe Semanal” en TVE.

Participa en el grupo fundacional de Canal Sur Andalucía, el modelo de TV pública autonómica donde termina imponiéndose el desprecio al criterio periodístico que no se somete a las exigencias del poder, decidido a imponerse para salir bien en la foto; la instalación de la producción externa, “semillero de corrupción”. Todo eso lleva a Juan Tortosa a manifestar de forma tajante que “Canal Sur no ha sido libre nunca”, denunciando la época dirigida por Manuel Melero.

En los años sesenta, Vázquez Montalbán publicó su “Informe sobre la Información”, banqueros y políticos controlando los consejos de administración de las empresas periodísticas. Una realidad, que sigue vigente. El autor se muestra crítico con ruedas de prensa sin preguntas, el periodismo de comunicados (copiar y pegar). Los altibajos profesionales del periodista se explican: “La coherencia se paga cara”. 

Está la esperanza rota con el triunfo del PSOE, “emborrachado de poder, después de modernizar a España”. Con una experiencia recogida por distintas provincias, el sentido crítico se agudiza, “en provincias, los cuchillos corren por los pasillos de las redacciones”. Recuerda Juan Tortosa “cuando los informativos de TVE eran buenos, bajo la dirección de Fran Llorente”, “lo que ocurrió en TVE después de 2012 es de juzgado de guardia”, “periodistas reconvertidos en comisarios políticos”. 

El análisis crítico de Juan Tortosa está alimentado por las referencias a la actualidad, a las grandes cuestiones vividas: el 23F, los fusilamientos del franquismo, el referéndum de la OTAN, los años del pelotazo económico, Jesús Gil en Marbella, racismo en El Ejido, el 11M, las televisiones afines… 

Y el mundo digital que ha transformado la capacidad del periodista y de los medios, en medio de la crisis.

El orgullo de Juan Tortosa es mantener su conciencia hasta el final, “el periodismo tiene que molestar al poder porque, cuando los que mandan están contentos con un periodista, lo más probable es que éste no esté haciendo bien su trabajo”. 

Ya en 2018, periodista superviviente, Juan Tortosa lleva la cabeza bien alta y la conciencia personal firme, “porque el trabajo que hicimos mereció la pena”. Y sin claudicar.


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