#EscuchandoMúsicaInmortal: El Superhombre

El Superhombre es un paso más en la evolución, un ser despojado de las ataduras de la religión

Alejandro Aparicio
00:00 • 23 mar. 2018

Nos acercamos, me atrevería a decir, a uno de los momentos musicales más conocidos de la historia. Usado en publicidad, en cine, utilizado por otros muchos artistas...con gran convicción podría asegurar que cada uno de los que hoy se acerque a esta sección, será conocedor al menos del inicio de la obra de hoy. Sin duda alguna, a esto ayudó el cineasta Stanley Kubrick, que para uno de sus trabajos más aclamados eligió esta Música, aparte de otras muchas piezas de las que aquí llamamos Música Inmortal. La película de la que os hablo es 2001: Una Odisea en el Espacio, intentad recordarla... ¿Podéis canturrearla ya? El filme se abre con el inicio de la obra musical, y ambos comienzos se titulan el Amanecer. Hoy hablamos de Así Habló Zaratustra de Richard Strauss



Nuestro compositor, del que hablamos hace poco por otro de sus poemas sinfónicos, escribió esta obra en 1896, época en la que se produjo gran parte de la Música que más me gusta, como habéis podido comprobar los que seguís desde el comienzo #EscuchandoMúsicaInmortal. Unos pocos años antes fue Nietzsche quien presentó uno de sus grandes trabajos, Así Habló Zaratustra: un libro para todos y para nadie, donde desarrolla una de sus ideas fundamentales, el concepto de Superhombre. He de reconoceros que aún no me he leído el libro, pero simplificándolo mucho os cuento, según lo que entiendo yo, de qué trata esto del Superhombre (disculpadme todos, entendidos y no entendidos en filosofía). Según Nietzsche, el Superhombre es un paso más en la evolución del ser humano, un ser despojado de las ataduras de la religión, una persona que al haber matado la idea de Dios no espera nada más después de la muerte y...en consecuencia vive en la tierra. Esta es la idea que trata el filósofo en su Zaratustra, que Strauss elige para concebir su pieza homónima. Sin embargo, como él bien explicó, no deseaba exactamente expresar en Música la propia obra de Nietzsche, sino más bien acercarse a la novela desde una perspectiva musical ¿El resultado? Una auténtica pasada. 



Ya en su inicio queda reflejada la grandiosidad de lo que está por venir, un nacimiento épico con sabor a final, pero que no es más que el alumbramiento. Desde el primer segundo la intensidad que contiene esta obra es abrumadora y, la verdad, es que me sigue sorprendiendo lo cautivador que resulta esa especie de advenimiento. Pero si el comienzo es impresionante y sonoro, el final es desconcertante e inquietantemente tranquilo. No quedan resueltas las dudas planteadas y nos deja con un sabor de boca extraño, una incertidumbre muy bien lograda que nos hace preguntarnos qué es lo que ha pasado. Quizás Strauss ponga de algún modo música a la lucha del hombre por seguir avanzando y dejar a un lado todo lo que le retiene, pero sin duda, su final es abierto y caben todas las cuestiones imaginables. Sólo os puedo recomendar que os metáis de lleno en este fantástico poema sinfónico y que vosotros mismos saquéis vuestras propias conclusiones. Ya sabéis, en #EscuchandoMúsicaInmortal en Facebook y Twitter y en mi web podréis encontrar la escucha que os propongo, pero antes dejadme que os diga algo.



Con estos artículos intento acercar la Música Inmortal a un público amplio, a todos vosotros. Os hablo de las obras que os voy sugiriendo y explico cómo puedo sentir yo la escucha. Sin embargo, es una tarea francamente difícil. Por supuesto me encanta, pero la dificultad no está en escribir el artículo, sino en conseguir el objetivo. Por mucho que os pueda contar, no podéis vivir lo mismo que yo, ni yo lo mismo que vosotros, claro está. Cuando escucho una obra como la de hoy siento que me sobran las ideas y que, al mismo tiempo, me faltan las palabras. Ya os he mencionado algunas cosas sobre la pieza que quizás no conociérais, quizás todo esto os ayude a disfrutar más de la escucha pero…



...al final la Música hará su papel con vosotros, como lo hace conmigo. Y cada cual le dará la lectura que le pueda dar, o mejor aún, no le dará ninguna. Porque por más que os intente contar, el objetivo final es sentir. Sentir, en mi caso, la grandiosidad, la trascendencia y la belleza de esta Música. En vuestro caso, no sé qué será lo que se os mueva por dentro, si es que algo ocurre, pero espero que os emocionéis, espero que encontréis en esta gran obra algo que os ayude de algún modo, algo que os toque, algo que os haga vibrar. Ese, para mí, es el gran objetivo del Arte. Por supuesto encontraremos crítica, compromiso, mil análisis de cada obra, conjeturas, datos, hechos... pero lo verdaderamente maravilloso es la sensación de que, después de escuchar Así Habló Zaratustra, algo ha cambiado en mí. Porque el Arte y la Música tienen ese gran poder, el de cambiarnos un poquito, el de hacernos mejorar como personas, el de hacer que nos busquemos a nosotros mismos, y como consecuencia...el de hacernos mejores individuos para nuestra sociedad. Y todo esto sin necesidad de conocimientos, sólo con la predisposición de dejarnos llevar por, en este caso, esta obra sobrecogedora, tremendamente intensa y de una enorme Belleza. Gracias Strauss por regalarnos tu Zaratustra.







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