Tiempo de fantasmas

Los errores se pagan pero no todos los errores son iguales. Hay partidos raros y otros que dañan la vista. Existen los clubes hermanos (Almería y Córdoba) y los clubes primos que se van al hoyo de la Segunda B.

Ha llegado la hora de los fantasmas y creo en ellos. Desde niño se bien que esto no es un deporte puro y duro y los intereses económicos mandan y la amistad gana y pierde partidos. En fútbol vale todo.

Van a llegar encuentros donde nos echaremos las manos a la cabeza igual que la pasada temporada y la que viene. En las últimas diez jornadas de competición suele pasar de todo. De todo.

No me sorprende que el Nástic le gane al Valladolid por dos errores de la defensa del Pucela ni me asusta ver a un Levante en Mallorca perdonando la vida a un rival inferior y empatar pidiendo la hora. Cuánto cariño.

Hay muchas amistades peligrosas. Y para que nadie me diga que tiro la piedra y escondo el brazo que cada uno saque sus propias conclusiones y lo entenderá.

El Almería bajó a Segunda en 2011, entre otras cosas, por un partido investigado: Levante-Zaragoza. Muchos pasaron a declarar mientras el club rojiblanco colgaba un vídeo en su página web con los errores arbitrales ¿Quién ganó?

Hemos llegado al Castillo del Terror. Ya han salido los fantasmas a dar una vuelta por la categoría y sonarán los teléfonos y se darán abrazos. Y llegarán las sospechas. Y las amenazas de Tebas sobre una Liga limpia y pura. Fútbol.

En fin no les quiero cansar que les puedo parecer un fantasma de Segunda y lo mejor es oir, ver y callar.

Ahora los directores deportivos se tienen que mover para que no te hagan un gol de despacho.

Nosotros no estamos libres de pecado. No podemos dar lecciones a nadie.

Atentos que por los clubes hermanos se puede hacer el primo.

Los fantasmas no existen pero creo en ellos.