El ritmo del garaje regresa a los pies del Cable Inglés

Loquillo cruza el paraíso de Almería en Las Almadrabillas

Raúl Ramos
12:29 • 26 may. 2023

El reloj marcaba las 21:30, era la hora señalada en los carteles y las entradas. El tiempo de ir a la barra a por una cerveza y Loquillo y su banda saltaba al escenario de Las Almadrabillas. Ya ocupando las primeras filas se podía ver como poco a poco llegaba los ‘trogloditas’ que estaban aún fuera del recinto y comenzaban a mover las caderas.



Quizás fue la timidez del público pero las primeras canciones fueron más bailadas que cantadas, aunque solo fue el inicio para tomar temperatura antes de que llegaran las canciones más clásicas. Así llegaron ‘Línea Clara’ y ‘La libertad’, para seguir, con su cigarrillo en mano, con el fuego cruzado en la oscuridad de ‘La Edad de Oro’ y brindar con todos los asistentes por la salud y el rock and roll. 



Sobre el escenario estaba aquel ‘loco’ con su chulería, desparpajo y elegancia, con la que solo con su presencia era la atención de todos. Así con la complicidad de sus fans y a las 22:15 horas fue el momento de cruzar el paraíso en Almería. Con ese clásico comenzaba lo fuerte de la noche, la última mitad del concierto con el que la gente no paraba de bailar y cantar sus canciones. 



Tras cruzar el paraíso y dejar claro porqué va de negro llegó el rompeolas a Las Almadrabillas, aunque muy a mi pesar esa noche tampoco me miró la rubia al pasar pero el rock and roll si conquistó mi corazón frente al Mar Mediterráneo. 



Ya estaba el ambiente más que calentado y llegó el último clásico, y quizás sí, no el último pero sí es de los clásicos, esos que reúnen a diferentes generaciones y lo hacen con su música, sus letras y con lo que siempre han querido hacer sin tener que depender de modas ni de manuales de estilo. 



Después llegó uno de los grandes momentos con la versión de Alaska y Dinarama del Rey del Glam para luego presentar a su banda, que pusieron el ritmo a golpe de notas y baquetas, junto al rock and roll actitud.



Encarando la recta final fue el momento que eligió Loquillo para tocar sus temas ‘La vampiresa del Rabal’, ‘El Rey’ y ‘La mataré’. 



Fue el momento de echar la vista atrás y recordar cuando éramos jóvenes y queríamos tener nuestra propia banda de rock and roll y ser una rock and roll star. Así hizo Loquillo que volvieran esos recuerdos a mi cabeza, y a la de muchos más, al ‘ritmo del garaje’. Tras echar la vista atrás y volver de nuevo en mente con el público llegaron las tres F con ‘Feo, Fuerte y Formal’.


Antes de despedirse también hubo momento reivindicativo, donde Loquillo, con otro cigarrillo en su mano, quiso desmentir que se estuviera muriendo, ya que sostuvo, que esta semana había salido varias publicaciones, y también quiso añadir que no se puede hablar del cáncer gratuitamente, “que se callen la boca por respeto”.


Tras este momento, llegó la hora de decir adiós con dos grandes temas. El primero fue ‘Rock and Roll Star’ y luego cerrar con ‘Cadillac Solitario’, aunque esta vez no se quedó solo fumando un cigarro, ya que estaba acompañado durante toda la noche de todos los fans que no quisieron perderse la vuelta de Loquillo a Almería. 


Al terminar el repertorio de canciones contempladas para el show, Loquillo y la banda pusieron el broche de oro con la despedida y devolviendo el cariño que habían recibido mientras que en el recinto sonaba otro clásico como es ‘Hungry Heart’ del gran Bruce Springsteen.


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