Si las cosas de palacio van despacio y el “vuelva usted mañana” es un clásico de la burocracia española, la plaza de toros de Almería parece ser víctima de estos y otros refranes alusivos a la ausencia de dinamismo en lo que a trámites se refiere. Al menos, hasta ayer.
La historia reciente del coso de Vilches y su posible inscripción en el catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC) comienza en enero de 2017 y, por el momento, no tiene fecha de fin, aunque ya parece verse la luz al final del túnel: en el día de ayer, la Delegación territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio anunció que la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Almería “ha informado favorablemente acerca de la idoneidad de inscribir la plaza de toros de Almería como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de Monumento”.
Antecedentes Fue en enero de 2017 cuando Ciudadanos pidió la declaración de la plaza de toros como BIC a través de una moción aprobada por unanimidad en un Pleno del Ayuntamiento de Almería.
Tan solo tres meses después, el entonces delegado de Cultura, Alfredo Valdivia, anunció que se estaba trabajando en el expediente necesario para que el coso llegara a ser declarado BIC.
Sin embargo, aquel fue el último avance respecto a la protección patrimonial del edificio diseñado por Trinidad Cuartara y Enrique López Rull e inaugurado en agosto de 1888 con un festejo con ‘Lagartijo’ y Luis Mazzantin como diestros.
Dos años y medio
Y desde entonces, travesía en el desierto para el farragoso viaje burocrático que ya supone, de por sí, la declaración de un monumento como BIC.
Durante dos años y medio, ninguna novedad y, aparentemente, ningún avance en la potencial protección patrimonial del coso taurino. Y, de pronto, el anuncio del informe favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Almería.
¿Y ahora qué? ¿Está más cerca la plaza de toros de Almería de ser un monumento declarado de interés cultural? La respuesta es sencilla pero poco concreta: está más cerca de ser BIC, pero eso no quiere decir que quede poco tiempo para ello, precisamente.
De hecho, el trámite llevado a cabo ahora por la Delegación territorial es, en realidad, uno de los pasos previos necesarios e imprescindibles para que la declaración eche a andar.
En concreto, y tras este primer informe favorable, aún queda que la Consejería de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio inicie el procedimiento burocrático en sí.
Para ello, es necesario que se haga a través del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el anuncio por el que se informe del procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, de la plaza de toros de Almería. Y ese no será el final: a partir de ese anuncio público, transcurrirán meses hasta que, por fin, la plaza de toros sea BIC.
Tras la paralización de un proceso largo, parece que la puerta grande del coso se acerca a su apertura más monumental. Eso será, claro está, dentro de un tiempo y solo cuando la parte contratante de la primera parte sea considerada como la parte contratante de la primera parte y el BIC llegue a buen puerto.
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