Almería se va al Rocío: así se han despedido los romeros

Alegría, color y petalá para emprender el camino hacia Almonte

Álvaro Hernández
17:44 • 01 jun. 2019

El próximo domingo, 9 de junio, es el Domingo de Pentecostés, lo que indica no solo la celebración de la venida del Espíritu Santo, sino que, también, en la madrugada del domingo al lunes, la aldea almonteña de El Rocío se desbordará con la salida de la Blanca Paloma de su ermita.



Ante esta cita llena de fervor, la Hermandad del Rocío de Almería ya ha emprendido su camino hacia el otro extremo de Andalucía.



La salida ha tenido lugar esta misma mañana, tras la misa de romeros celebrada en la parroquia de San Pedro a las 10.30 de la mañana. Por la puerta principal del templo salía el Simpecado de la filial de nuestra capital. Ya en su carreta, el cortejo fue hasta Santiago para salir a la Puerta de Purchena, bajar el Paseo y acudir a sus tres citas más importantes: la despedida de la Virgen del Mar, la petalá en la calle Real y, por último y ya sin carreta, la entrada en la Catedral para recibir la última despedida de la capital.



Con la explosión de color que traía consigo la carreta rociera, todo a su alrededor ha sido alegría en esta mañana. Cuando, a las 12.10 horas el cortejo hacía entrada en el Paseo de Almería, la carreta que portaba el Simpecado se detuvo y las sevillanas se conviertieron en himno en la parte trasera de una carreta que más bien parece una familia, y en la que es difícil no sentirse arropado.



Patrona y Catedral



Tras bajar por el Paseo entre las miradas de turistas y curiosos, la filial almeriense se dirigió hacia el Santuario de la patrona, donde la ofrenda floral tuvo que esperar unos minutos, hasta que terminara la celebración de las Primeras Comuniones que se celebraban esta mañana ante la Virgen del Mar.



También hubo de esperar el Simpecado de la Hermandad del Rocío de Almería ante las puertas de la Catedral, que se encontraban cerradas al llegar el cortejo romero. Tras las gestiones pertinentes de los hermanos mayores saliente y electo (Juan y Carlos Salvador, respectivamente), las campanas del primer templo de la diócesis repicaron y, por fin, el Simpecado hizo entrada con sones de gaita y tamboril y en manos del Delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías, José María Sánchez, para vivir su última despedida oficial de la ciudad.



Ya cerca de las 14 horas, los rocieros almerienses se dirigieron hacia la Plaza Vieja para vivir la habitual convivencia de la hermandad antes de emprender el camino que, en primer lugar, les debe llevar a Roquetas de Mar y a hacer su primera noche de camino en la iglesia de Aguadulce. En el horizonte, una aldea almonteña en la que espera la Reina de las Marismas.


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