Crónicas del ayer: tres taxistas muertos en acto de servicio

Víctimas de la inseguridad ciudadana entre 1995 y 2004

Luminoso de un taxi.
Luminoso de un taxi.
José Ángel Pérez
00:26 • 27 feb. 2023

Tres taxistas almerienses han perdido la vida, víctimas de la inseguridad ciudadana durante los años 1995, 1999 y 2004 al ser asesinados mientras se encontraban realizando sus funciones de servicio público. Al mismo tiempo otro importante número de estos profesionales se han visto inmersos en distintos robos y atracos y algunos de ellos heridos por los delincuentes al ofrecer resistencia para evitar el asalto.  El cadáver del taxista de la capital, Joaquín García Carretero de 53 años fue encontrado el sábado 10 de enero de 2004 en un descampado junto a una pequeña carretera de acceso a la Urbanización “Espejo del Mar” en la antigua carretera de Aguadulce frente al antiguo Hotel la Parra en el término municipal de Enix.  El cuerpo tenía la cabeza totalmente destrozada por una piedra y el rostro irreconocible con numerosos golpes. La piedra ensangrentada se encontró a escasos metros donde apareció el cadáver.  Aunque el móvil del crimen fue el robo la Policía encontró una cartera con dinero perteneciente a la víctima que según los propios taxistas es una medida habitualmente llevar dinero escondido en el vehículo en caso de surgir un viaje largo.



El cadáver de Joaquín García Carretero natural de Tahal, casado y padre de dos hijos fue hallado horas después que la familia denunciara su desaparición en la Comisaría de Policía. Según compañeros del taxista el último contacto que mantuvo el fallecido con la central de Radiotaxis fue la tarde del viernes en torno a las cinco, informando sobre la recogida de un servicio en la calle de Lachambre poco después de incorporarse a su turno de trabajo. El taxi licencia 62 matrícula 8829BRT que conducía la víctima fue localizado en La Mojonera. en la carretera de Tierras Blancas con el motor aún caliente y las puertas cerradas.



El vehículo desde el momento en que Joaquín García lo tomó hasta que fue encontrado había recorrido unos 200 kilómetros, aunque se desconoce el punto en donde pudo recoger al cliente que lo asesinó. Al parecer según testimonios de algún compañero, el taxi fue visto circulando por la vía parque de la capital la madrugada del viernes conducido por otra persona distinta al conductor del vehículo junto a un acompañante.



Los agentes de la UDEV pudieron establecer que el presunto autor, que dejó el coche a unos 20 metros de su domicilio se fue esa noche de copas por distintos clubes. Un joven marroquí de 23 años fue localizado a las dos de la mañana en un club de alterne de Aguadulce- Horas mas tarde la Policía detuvo a una segunda persona implicada en el crimen, un menor de 17 que, aunque en un principio quedó en libertad bajo la tutela de los padres dos días más tarde fue acusado formalmente por la Policía de ser el autor material del crimen. 



Joaquín García llevaba unos diez años trabajando el taxi como conductor ya que carecía de licencia propia y desde hacía unos meses se había incorporado al turno de noche.



El 21 de abril de 1999 un agricultor encontró el cuerpo semienterrado del taxista José Ruiz Cáceres a las afueras de Almería junto a una acequia en las cercanías de la finca de Los Candiles en el término municipal de Pechina. Los autores del crimen, dos jóvenes vecinos de la zona de Cabo de Gata, fueron detenidos dos meses más tarde por la Guardia Civil y en diciembre de 2000 la Audiencia Provincial de Almería los condenó a 19 años de prisión a cada uno de ellos. Sin embargo, dentro del gremio hay que lamentar otro asesinato ocurrido anteriormente.



Diego Martínez de 39 años de edad natural de Terque y que circunstancialmente trabajaba como taxista en Tarragona fue asesinado la noche madrugada del 29 de diciembre de 1995 por dos individuos que le apuñalaron para robarle la recaudación. El taxista recogió a los sujetos muy cerca de la estación de autobuses de aquella localidad. Poco antes de llegar a su destino-un barrio a las afueras de la capital- uno de ellos al llegar a un descampado le intimidó con una navaja y le obligó a salir del coche y una vez que el indefenso taxista ya estaba fuera de su vehículo lo apuñaló repetidas veces. Los sujetos con la escasa recaudación del taxista se dieron a la fuga a campo través y el cadáver del infortunado taxista natural de Terque no fue descubierto hasta las primeras horas del día siguiente por un automovilista que vio el coche con las puertas abiertas y a escasos metros el cuerpo sin vida de Diego Martínez y que fue la persona que informó de inmediato telefónicamente del macabro descubrimiento a la sala del 091 de la Policía Nacional. Varias semanas después, tras una paciente investigación los dos autores de la muerte de Diego Martínez fueron detenidos.




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