Crónicas del ayer: los autores de la Matanza de Atocha, detenidos en Almería

Nueve abogados laboralistas fueron ametrallados en Madrid en enero de 1977

Los responsables de la Matanza de Atocha.
Los responsables de la Matanza de Atocha.
José Ángel Pérez
21:00 • 23 ene. 2023

La noche del 24 de enero de 1977 nueve abogados laboralistas fueron ametrallados en Madrid en el segundo piso del número 55 de la calle Atocha, sede un grupo de abogados de CCOO vinculados al Partido Comunista cinco de ellos asesinados a sangre fría.



Uno de los dos autores materiales de horroroso suceso, José Fernández Cerrá, natural de Almería, fue detenido varias semanas más tarde en nuestra capital junto con el otro asesino, Carlos García Julia coautor del terrible asesinato y una mujer que fue procesada en su día como encubridora. La matanza de Atocha ha sido uno de los hechos criminales que marcó la transición española.



La detención de los dos asesinos reveló una de las tramas más oscuras de la extrema derecha española con numerosos puntos no esclarecidos a pesar de los años transcurridos.



El asunto trajo de cabeza a la Policía. No se sabía nada de ellos. Sin embargo, unos días más tarde se supo en el Grupo de Información de la Comisaría de Almería  que algunos de los implicados podrían estar en la capital por un comentario de un funcionario del antiguo sindicato vertical al que alguien le había pedido ayuda para un amigo metido en un gran problema. A la semana siguiente la Policía fijó la investigación en tres personas, sospechosas de que pudiesen estar involucrados en los hechos centrando sus sospechas en el almeriense Fernández Cerra”. 



Mientras tanto en Madrid se seguía de cerca los movimientos de Carlos García Juliá y Gloria Hergueda, por entonces compañera sentimental de José Fernández Cerra. Un día antes habían sido detenidos Fernando Lerdo de Tejada y Francisco Albaladejo. La mañana del 12 de marzo García Julia y Gloria Hergueda fueron detenidos en la Estación de RENFE de Almería nada más apearse del tren expreso procedente de Madrid



Gloria Hergueda llevaba una pistola 6,35 oculta entre las ropas. Casi en simultáneo los otros funcionarios de la Brigada Político Social detenían en casa de unos familiares a Fernández Cerra.



El almeriense llevaba ya casi quince días en la capital e incluso era frecuente verle en el Bar Puga de la capital donde en ocasiones llegaron a coincidir con los propios agentes que seguían sus pasos como uno de los sospechosos del crimen, aunque entonces desconocían que fuese éste el individuo que buscaban. Fernández Cerra vivía en aquellas fechas en una calle muy céntrica del casco viejo de la capital y antes de marcharse a Madrid, en su juventud tras finalizar los estudios empezó a trabajar en una agencia de publicidad de la capital después paso a unos laboratorios médicos y finalmente era vendedor de libros de la empresa Espasa-Calpe.



La misma mañana en que fueron detenidos Carlos García Julia y Gloria Huergueda fueron trasladados a Madrid en un vehículo camuflado de la Comisaría de Policía de Almería y una  una vez más volvía a ser protagonista a nivel nacional en los medios de comunicación aunque en esta ocasión la noticia de alcance desvelaba el final de una trama que durante casi dos meses había suscitado comentarios y especulaciones de todo tipo.


Los asesinos, del comando “Roberto Hugo Sosa” vinculados a la triple buscaban al dirigente comunista Joaquín Navarro por la huelga del Transporte. Al abrirle la puerta del despacho Navarro ya no estaba allí. Ciegos de odio, armados con pistolas y una metralleta se introdujeron en el piso. El primero en caer fue Ángel Rodríguez que fue quien le abrió la puerta. Después sacaron de los despachos a los abogados disparándoles a quemarropa indefensos contra la pared de la sala principal muriendo cuatro.


Según la sentencia judicial el crimen se gestó en la sede del sindicato de Transporte cuyo responsable era Francisco Albadalejo. La Audiencia Nacional en junio de 1980 condenó al almeriense Fernández Cerra y a Carlos García Juliá a 193 años de prisión a cada uno como autores materiales de los cinco asesinatos. Otro, Lerdo de Tejada no fue juzgado. Se dio a la fuga en abril de 1979 al darle un permiso de Semana Santa cuando estaba en la prisión de Ciudad Real.


Fernández Cerra condenado a 193 años de cárcel por tres asesinatos, salió en libertad provisional en marzo de 1992. Tenía entonces 50 años. Durante los catorce años que permaneció recluido en la prisión del Dueso estudió Teología y Derecho Mercantil. Una vez en libertad se le relacionó con una empresa de Seguridad.


Fernández Cerrá antes de pertenecer a Falange estuvo en la Guardia de Franco y siendo casi un niño en la OJE y Frente de Juventudes en Almería. Se llegó a decir que también estuvo en Guipúzcoa formando parte de los ATE, los comandos antiterroristas de ETA.


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