Hay victorias que matan y la UD Almería vive una en sus carnes que le puede salir muy cara. Vencer al Barça ha sido histórico y ha tapado todas las carencias de un equipo con problemas irreparables a estas alturas de la temporada porque lo que sucedió en 24 rondas ligueras no se arregla en catorce.
Los males del Almería no son nuevos y se veía venir que llegaría al pozo en función de haber ganado solo dos partidos desde el parón y haber rascado tres empates, uno de ellos en casa. Números de descenso mientras los directos rivales iban sumando.
En esta jornada solo el Sevilla ha sido peor que el Almería pero le debe tranquilizar que el próximo rival que les visita es el equipo de Rubi con todo lo que reporta ser el peor visitante de Primera. Hasta el Elche ha ganado fuera.
La jornada
Si el Almería entró en el fango en las jornadas 7 y 9 nada parecido a hacerlo en la 24 con la proximidad a la recta final de la Liga donde todos los rivales van con el cuchillo entre los dientes. No es precisamente un equipo guerrero el de Rubi.
Si miramos la tabla veremos que el Elche gana en Mallorca su primer partido fuera de casa. El Valencia no suma en el Camp Nou por un error arbitral y salen de la quema Valladolid y Getafe ofreciendo mucho más que los rojiblancos.
El parón
Los males del Almería datan del parón liguero al que llegaba con 5 triunfos y con un colchón de 5 puntos sobre el descenso. El equipo regresó perdonando al Cádiz y ganando solo al Espanyol y al Barça con empate en Valencia y en casa ante el Atlético.
Si la renta de puntos es pobre sumando 9 de 30 puntos posibles, lo peor está en la portería donde a los 42 goles encajados hay que destacar que han sido 20 tantos con una fragilidad impropia de la categoría. El Almería fue a peor después de la pretemporada otoñal en Marbella.
La presión
El Almería ha vivido con la tranquilidad de tener un presidente en Arabia. Un CEO que arropa al entrenador. Una plantilla que cobra puntualmente y un entrenador que tiene claro que se van a salvar y parece mirar hacia otro lado y no ver la alerta roja. Con Alfonso García, Rubi ya estaría en la calle.
Alguien debe decirle al entrenador que cuando los equipos se meten en el fango cuesta mucho salir y la plantilla es muy joven y puede que no aguante la presión. Existe un serio problema porque peligra la categoría por mucho que digan el CEO y el entrenador que se van a salvar.
Ganarle al Barça ha tapado mucho y hay victorias que matan.
El director único deportivo tiene que tomar una decisión. ¿Lo hará?
El Almería está en Segunda ahora porque lo dice la clasificación.
El presidente no se debe cruzar de brazos.
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