Alcorconazo en el Mediterráneo: el Almería no pasa del empate (1-1)

Decepción en rojiblanco. Toda la fiesta preparada, millares de personas en el recibimiento del equipo y un Mediterráneo lleno. ¿Qué podía salir mal?: el partido. No apreció en ningún momento el Almería dominador y vertical de las últimas jornadas, sino una alineación con una losa encima por la responsabilidad de certificar el ascenso directo. Nerviosos, lentos con la pelota y generando pocas ocasiones frente al colista, el miedo a ganar también se notó sobre el césped.

Dudas

Nada más comenzar la jornada el Valladolid marcaba en Ibiza, el Eibar en casa y nadie podía imaginar lo que vendría después en Almería. Primero contra último, muchísima diferencia en la clasificación que se disipó conforme avanzaban los minutos. Parecía cuestión de tiempo, de desgaste al rival, para que al final la pelota acabara rozando la red y guiando al club a la máxima categoría. Sin embargo, cada segundo y cada minuto que pasaba rompía más la concentración de los futbolistas y no manejaron ni el juego ni la situación.

Fruto de las prisas por marcar el Alcorcón dio el pisotón y cambió el final del cuento. Zarfino se queda solo ante Fernando y levanta la pelota con maestría para firmar el 0-1. Tremendo golpe a la afición y más a los profesionales rojiblancos.

De contar las horas para la fiesta del ascenso a soñar con una remontada imposible. No hubo conexión en el ataque, movimiento entre líneas ni tampoco oportunidades para superar a Jesús. 

El Alcorconazo estaba servido. Arnau Puigmal puso algo de emoción en los últimos compases con un gol de carambola, pero el corazón ya decía que iba a ser casi una misión inalcanzable. La afición aguantó, se comía las uñas y lo que comenzó como una fiesta más de dos horas antes del encuentro se convirtió en un mar de incredulidad y dudas. Porque de tener la Primera llamando a la puerta ahora tocará viajar a Leganés para jugarse el todo por el todo. De hecho, no ganar le puede llevar al Play Off tras las victorias de Eibar y Real Valladolid.

No se pueden poner excusas, ni paños calientes. El Almería no estuvo a la altura en el terreno de juego. Desacierto, bloqueo mental y futbolístico. Cuando los nervios toman el control ya es difícil quitárselos de encima. El peor partido en el peor momento para el Almería, que sufre en sus carnes la derrota más dura de los últimos años en el Estadio Mediterráneo. 

Opción

Primera bola de partido que pierde el Almería. Si Rubi consiguió aislar a la plantilla del ambiente y de la fiesta que se vivía antes de que rodara la pelota, ahora la misión del entrenador es levantar la moral de la tropa. Una pesadilla con el peor final. Inimaginable. El Alcorcón fue mejor. El ascenso se juega en Leganés.