Cantoria

Una pérdida irreparable: Cae el techo de la bodega del Palacio del Almanzora

El origen de la zona que albergaba las tinajas originales se remonta a mediados del siglo XVIII

Guillermo Mirón
18:16 • 03 may. 2023

Al hablar del deterioro imparable y continuo del monumental Palacio del Almanzora durante los últimos lustros siempre ha habido un mantra que acompañaba a prácticamente toda información al respecto. “En estado semi-ruinoso”. Una situación que llama a la preocupación pero que también abría una grieta para la esperanza, ya que el edificio no se daba por ruinoso de forma definitiva.

Repetir esta sentencia ya no es posible. Al menos para partes del palacio en el que residieron los marqueses del Almanzora y que son auténtica historia del municipio de Cantoria donde se encuentra, del Valle del Almanzora y de la provincia de Almería.






Como ejemplo sus bodegas, que se remontan nada menos que al siglo XVIII. Incluso previas a cuando se obró sobre el inmueble para darle la actual imagen. Ya no será posible mostrarlas tal y como fueron ideadas y como se mantenían hasta hace unas semanas, cuando un nuevo desprendimiento, en esta ocasión del techo que protegía esta parte del edificio, destrozó parte de las mismas desplomándose sobre la mencionada bodega.

Una bodega “magnífica, única y irrepetible” tal y como la define Miguel Ángel Alonso, uno de los fundadores de la asociación de Amigos del Palacio del Almanzora. No exagera en sus palabras. Se encontraba casi tal y como fue concebida hace alrededor de tres siglos.






No es, ni mucho menos, la única parte del palacio que ya no podrá rehabilitarse. Que ya se ha perdido para siempre. Los espectaculares frescos que decoraban la habitación de la marquesa con faisanes y otros motivos decorativos están ya totalmente destrozados. “¿Cuál es el legado que vamos a dejar a quienes vengan después”, se pregunta Alonso.






Pérdidas irreparables y de un valor histórico totalmente incalculable pese a que el monumento figura dentro del Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz, para indignación del miembro de la asociación. “La única realidad es que la Delegación de Cultura permite que bodegas como esta del Palacio del Almanzora, intactas tras casi 300 años, casi se destrocen por completo. Creo que Cultura debe intervenir y no estar escondidos”, denuncia.

Al figurar dentro del catálogo, Alonso recuerda que “la obligación de conservar es de los propietarios” y que “quien debe vigilar es el Ayuntamiento” pero que “el responsable final es la Delegación de Cultura” de la Junta de Andalucía.




Quien sí ha sido un aliado inesperado del edificio en el que se tomaron decisiones históricas como el trazado de la línea de ferrocarrilGuadix-Almendricos ha sido la climatología, ya que la ausencia de lluvias intensas y continuas ha evitado un deterioro aún mayor, lo que tampoco ha librado al palacio de seguir sumando desperfectos, puesto que en algunas de sus áreas ya ni tan siquiera quedan tejas, por lo que cada vez que llueve el agua entra a su interior.


Alonso lamenta que “llevamos décadas hablando del Palacio del Almanzora” sin que tanto sus propietarios (privados en una parte y en la otra del Ayuntamiento de Cantoria) como la Administración andaluza hayan hecho movimientos realmente decididos para salvar el palacio.

“Los ciudadanos tenemos que decir basta. Qué legado vamos a dejar?”, reitera de nuevo Miguel Ángel. La cuestión no es una pregunta más lanzada al aire. Al menos en parte la respuesta está clara. Quienes vengan ya no conocerán buena parte del tesoro que suponían estas zonas del palacio. Y cada vez parece menos probable que se actúe a tiempo para salvar el resto del mismo. Todo, salvo algunas voces y el clima, juega en su contra.


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