Elena Anaya: amaneceres en Almería, ajos con Alfredo Landa y mucha magia

La actriz, homenajeada en el Festival de Cine, descubre su nombre en el Paseo de las Estrellas

Evaristo Martínez
21:07 • 23 nov. 2022

“Mi madre me enseñó a creer en la magia y eso es parte del tesoro que tengo de mi infancia”, confesaba Elena Anaya (Palencia, 1975) en una entrevista a la revista ‘Jot Down’. Un legado que hoy, con un Goya, cerca de cincuenta películas y más de veinticinco años en la profesión, aún conserva.



Esa magia que conserva desde niña salió a relucir este miércoles en varias ocasiones con motivo de la entrega del premio Almería, Tierra de Cine del Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL) a la actriz, cuyo nombre ya brilla también en el Paseo de las Estrellas de la ciudad, frente al Cervantes.



Amo a Almería, una tierra mágica donde el cine se respira en cada rincón, donde los ciudadanos sienten el cine como algo suyo. Ahora, un pedacito de mí se quedará en este paseo”, dijo dirigiéndose al público que se congregó para verla descubrir su estrella. 



Anaya ha recibido el homenaje del festival por haber rodado en esta tierra dos películas muy distintas y en momentos muy diferentes: la comedia ‘El árbol del penitente’ (José María Borrell, 1998), casi en el inicio de su carrera, y el drama ‘Lejos del mar’ (Imanol Uribe, 2015), cuando ya tenía el Goya a la mejor actriz por ‘La piel que habito’ (Pedro Almodóvar, 2011).



A preguntas de los periodistas, Anaya rememoró anécdotas de ambas producciones. “Mi memoria es muy selectiva porque decide recordar los momentos maravillosos, y afortunadamente, como disfruto mucho de mi trabajo, los recuerdos que conservo son los mejores”, expresó. 



Recuerdos entre los que están, por ejemplo, los amaneceres de los que disfrutaba junto al equipo de ‘El árbol del penitente’. “Llegábamos siempre al desierto [de Tabernas] de noche para prepararlo todo. Y siempre parábamos tres minutos para poder disfrutar de ese regalo que es ver amanecer en esta tierra. Vosotros estáis acostumbrados, pero si yo volviera a nacer elegiría hacerlo en Almería. Y me quedaría aquí una vida entera”, confesó.



En aquel filme, una rareza del cine español, trabajó con Alfredo Landa, quien iba vestido de cura. “Fue un compañero maravilloso. Y siempre me preguntaba que cuántos ajos me había comido para desayunar. ¡Te tienes que comer dos o tres cada día, que el calor aprieta!”, explicó divertida.



También contó cómo su personaje tenía que ir siempre con un táper con pececillos a los que llamaba Backstreet Boys. “No era el desierto el mejor lugar y siempre les estaba cambiando el agua para que no se murieran. Y había un buitre: un día se nos escapó y tuvimos que ir a buscarlo por el desierto”. Anécdotas “de ser muy joven” y de empezar en un oficio “en el que todo era un aprendizaje”. “Y lo sigue siendo, casi 30 años después”, apostilló.


Esos amaneceres volvieron a dejarle huella en El Playazo de Rodalquilar, localización de ‘Lejos del mar’. “La maquilladora me decía que no podíamos parar, pero yo le decía que teníamos que verlo, e Imanol nos dejaba. Cada día nos reuníamos todo el equipo, como un ritual”, manifestó.


"Soñar despierta"

La magia volvió al discurso de Anaya al repasar su trayectoria, donde cada título es “imprescindible y fundamental”, ya sean grandes películas de nuestro cine (‘Lucía y el sexo’, ‘Alatriste’...), producciones de Hollywood (‘Wonder Woman’, ‘Van Helsing’) o propuestas más ‘indies’. Eso sí, si tuviera que quedarse con dos trabajos elegiría ‘Familia’ (Fernando León de Aranoa, 1996) y ‘La piel que habito’. “Cuando Pedro me dijo que el papel era mío fue un momento de máxima felicidad”, apuntó. 


Y defendió que cada película, esté detrás Woody Allen, quien la dirigió en ‘Rifkin’s Festival’ (2020), o un equipo de 25 personas es un “reto nuevo”. “Cuando te pones delante de la claqueta para un plano corto, la magia tiene que ocurrir, ya estés en Cadaqués, en Almería, en una ciudad chiquitita junto a El Cairo o en Hollywood”.


Con su personal mirada bicolor, Elena Anaya aseguró que volver a Almería es “un regalo de la vida”. “Y hoy, especialmente, es como soñar despierta”.


Una mirada atenta, en todo momento, a desprender gratitud en cada respuesta. La misma mirada de aquella niña que aprendió a creer en la magia.


“Gracias por un día inolvidable”

Muy emocionada tras las sentidas palabras de Ignacio Tatay, su director en ‘Jaula’, filme que está triunfando en el mundo gracias a Netflix, Elena Anaya recogió en la noche del miércoles, en la Gala del Audiovisual Almeriense, el premio honorífico Almería, Tierra de Cine.


“Habéis hecho que este día sea inolvidable”, dijo dirigiéndose a Javier A. García, presidente de la Diputación, institución que organiza el Festival. Agradecimiento que quiso compartir con el resto de instituciones y con Enrique Iznaola, director de FICAL.


Un trocito de mí se queda aquí para siempre. Gracias por cuidar y mimar a nuestra cinematografía, es crucial”, expresó.


La actriz también celebró ver a tantos jóvenes “con tantas ganas” en el Cervantes, donde recibió el galardón. “Luchad y pelead contra viento y marea por vuestro sueño”. Y dio las gracias al público “por respetar y admirar” su trabajo y por su “apoyo y generosidad”.



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