La desaladora de Rambla Morales podrá estar a partir del verano

La rehabilitación de la planta rebautizada como Mar de Alborán suma 100 millones de inversión

Instalaciones de Rambla Morales rebautizada como desaladora Mar de Alborán.
Instalaciones de Rambla Morales rebautizada como desaladora Mar de Alborán.
Manuel León
23:50 • 21 feb. 2023 / actualizado a las 23:53 • 21 feb. 2023

La desaladora Mar de Alborán -antigua Rambla Morales- que gestiona la empresa Aqualia podría estar a en funcionamiento a buen rendimiento para el próximo verano. Tanto las obras internas de rehabilitación de la planta y la red de distribución a través de 170 kilómetros y seis balsas avanzan a un nivel de ejecución por encima del 75%.



Se trata de una instalación que contará con una zona de influencia de 3.500 hectáreas de regadío y que podrá llegar a repartir hasta veinte hectómetros anuales en varios bastidores.



Sin embargo, la preocupación de la compañía filial de FCC  que preside Esther Alcocer Koplowitz, no es tanto la progresión de los propios trabajos de rehabilitación como la dependencia de la tramitación burocrática ante la Administración autonómica. Aqualia, que ejecuta esta obra a través de su filial Servicios Hídricos, se ha visto perjudicado por los problemas logísticos en la llega de tecnología del exterior. El director de Aqualia en Almería, José Colomina, indica, sobre ello, que “hemos tenido que traer piezas indispensables  en avión desde Estados Unidos porque nos han fallado fletes por barco que, además, se han encarecido mucho, las membranas, muy exigentes tecnológicamente, desde Corea”. Para marzo, es probable que esté ya disponible el primer bastidor que pemitiría dar cinco hectómetros.



La desaladora Mar de Alborán extrae el agua salada de pozos ubicados en primer línea de playa. El proyecto también adjunta una planta fotovoltaica en el Parque Natural Cabo de Gata Níjar que está pendiente de la obtención de la Autorización Ambiental Unificada. También está pendiente la autorización de la línea eléctrica desde El Toyo hasta la planta.



Sin embargo, el mayor escollo para que entre en funcionamiento esta infraestructura hidráulica, que está incluida dentro del Plan Hidrológico (2021-2027) de la Junta de Andalucía, es el de la concesión de uso del agua que Aqualia solicitó formalmente en diciembre de 2021 y a la que aspira también, según testimonio de su presidente Antonio López Ubeda,  la Comunidad de Usuarios de la Comarca de Níjar (CUCN). En el área de influencia de la desaladora también perviven otras comunidades de regantes. La CUCN considera que son ellos los que deben de realizar el reparto de agua entre los comuneros.



En caso de no resolverse a corto plazo la concesión del uso, la Junta podría tramitar una autorización temporal para que pueda optimizar la desaladora.



Una de las ventajas que puede reportar Mar de Alborán es que podrá ayudar a que descanse el acuífero de los pozos de Níjar que es un recurso fósil que solo sobrevive por el agua de lluvia.



Aqualia, filial de la constructora FCC, participada por el multimillonario norteamericano Carlos Slim y por Bill Gates, ha realizado una inversión cercana a 100 millones en la antigua desaladora Rambla Morales. 


En la planta se han rediseñado la instalación de media tensión con una mayor capacidad, cambiando las turbinas por cámaras isobáricas para mejorar la eficiencia en la recuperación de energía de un 74% a un 96%, además de membranas de nanotecnología. 


De La Caixa a la familia Koplowitz
Un par de días antes de  de que el Consejo de Ministros decretara el Estado de Alarma por el virus que vino de China, se deshacía el nudo gordiano de Rambla Morales, la desaladora construida en tiempos del dinero fácil y que apenas ha llegado a funcionar en 15 años de vida. Este periódico informaba en esos días de inquietud  por la pandemia, que Aqualia se hacía con la escritura del ingenio hidráulico varado en la confluencia de Níjar y Almería. La desaladora fue vendida por La Caixa, a través de un fondo de inversión, tras el fiasco de la antigua directiva de la Comunidad de Regantes y el impago de las cuotas del préstamo. La planta apenas funcionó desde que fue construida en 2007. La deuda acumulada por el crédito concedido en 2004 a este proyecto, hace casi dos décadas, ascendía a 120 millones.

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