El Acebuche celebra La Merced con un canto a las segundas oportunidades

El centro penitenciario El Acebuche celebró este jueves los actos conmemorativos de la Virgen de la Merced, patrona de los funcionarios de prisiones y los reclusos. El evento se erige como un gran homenaje a todos aquellos que trabajan en las cárceles y contribuyen a ofrecer una segunda oportunidad a los internos. “Todas las personas merecen la oportunidad de reconstruir sus vidas y esto persigue el estado de derecho”, señaló en su discurso el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín.

“La labor penitenciaria no son solo labores administrativas, la nuestra es una actividad vocacional de ayudas a personas que necesitan un cambio positivo en sus vidas”, reivindicó Miguel Ángel de la Cruz, director de El Acebuche. “Nuestro principal trabajo son las personas, la mayoría con problemas diversos e historias personales dramáticas. Pero sabemos que el 80 por ciento de los reclusos no vuelve a delinquir cuando salen de prisión”.

La conmemoración de la Merced sirvió para premiar  a funcionarios con destacados servicios y también para reconocer a personas que, desde sus ámbitos profesionales, colaboran en la reeducación de los internos de la cárcel de Almería.

Así, se entregaron premios a representantes de la Guardia Civil y Proyecto Hombre, entre otros. Además, el director de El Acebuche insistió en la importancia del tercer sector y mencionó en su discurso proyectos como el desarrollado por Noesso en colaboración con La Caixa.

De forma particular, en esta edición se incidió en la relevancia de planes para la inserción laboral y la formación para el empleo. Durante el último ejercicio 180 reclusos participaron de empleos remunerados gracias a un organismo autónomo de Trabajo Penitenciario. Además, se llevaron a cabo diez cursos de formación profesional.

En esta tarea de ofrecer segundas oportunidades, El Acebuche cuenta con el equipo de profesionales del Centro de Inserción Social, ubicado en el Polígono Sector 20 y paso previo a la libertad para decenas de ‘terceros grados’.
En el capítulo de infraestructuras, el penal culmina un proceso de transformación iniciado hace más de una década, con cambios sustanciales. Los últimos han llegado de la mano de la seguridad perimetral y el acceso al recinto exterior. En la actualidad hay más de 800 personas cumpliendo condena en el centro penitenciario.